FOTOS | Muchas personas se obsesionan por ser felices en el puesto de trabajo que ocupan pero no hacen nada por cambiarlo, darle valor y renovarlo cada día.
Es preciso recordar que no existe el trabajo perfecto, ni la compañía ideal y la felicidad laboral no dura para siempre. Puede que hoy todo esté bien, pero nuestros intereses y valores cambian, al igual que nuestra empresa, el mercado o la tecnología.
Conviene prever todo eso y estar preparado. Para tal fin, Sandra Corso, profesora de Pacifico Business School, comparte a continuación algunos conceptos y consejos para acercarnos a la tan ansiada felicidad en el trabajo.
¿Cómo saber si una persona no es feliz en su trabajo?
Una persona que no es feliz en su trabajo siente que no disfruta lo que hace, que no tiene el nivel de energía necesaria para dedicarle y esta situación se refleja en una profunda falta de realización profesional.
La persona pierde la capacidad de identificación con el trabajo, lo que repercute negativamente en su motivación. El trabajo pasa a ser una carga con la que tiene que lidiar todos los días. El simple hecho de pensar en que tiene que trabajar al día siguiente va asociado con una sensación de desagrado e irritabilidad.
¿Qué factores se deben de tener en cuenta para llegar a esta conclusión?
Los factores que están asociados a la infelicidad en el trabajo varían dependiento de la organización y de la situación. Es importante distinguir entre una situación pasajera y una situación de infelicidad prolongada. No es lo mismo pasar por un periodo transitorio de infelicidad debido a una crisis pasajera en la organización que una insatisfacción permanente en la cuál uno se siente totalmente frustrado.
Asimismo, se deben considerar las posibilidades objetivas que tiene uno para actuar y revertir la situación. ¿Está a su alcance hacer cambios positivos para mejorar su nivel de bienestar en el trabajo? ¿Puede realizar cambios en su forma de trabajar que tengan un impacto positivo en su satisfacción personal? De ser así, puede pedir ayuda y tomar acciones.
Al elegir un nuevo trabajo, considere que tan importante como el salario es la estabilidad que este le ofrece, las oportunidades de desarrollo, la gente con la que va a trabajar, las exigencias del puesto y la flexibilidad horaria (especialmente importante si tiene familia a tu cargo).
¿Cuáles son las recomendaciones que usted podría brindar a una persona que no está satisfecha en su centro de trabajo?
Luego de analizar las razones de la infelicidad en el trabajo, se pueden elegir estrategias de acuerdo a la situación. Si se trata de una situación pasajera, puede beneficiarse con técnicas para la reducción del estrés y para la recuperación de fuerzas y energías después de la jornada laboral.
Es necesario que le otorgue la debida importancia a sus horas de descanso y alimentación. Sería ideal que practique algún ejercicio físico y técnica de relajación como la meditación o el mindfulness.
Asimismo, puede actuar para revertir la situación. Pida el apoyo de su jefe o supervisor o la persona más adecuada en su organización para ayudarle a realizar los cambios necesarios en su día a día para aumentar su productividad, a través de la disminución de sus niveles de estrés y aumento de su motivación en el trabajo.
En la realización de los cambios puede darse con la sorpresa de que no es el único en la organización que se enfrenta a este problema y que practicando estos cambios pueden beneficiarse muchas más colaboradores.
Si usted observa que la insatisfacción en su trabajo es prolongada en el tiempo y que no tiene ninguna posibilidad para actuar y reducir sus niveles de frustración, ese puede ser el momento para replantearse su situación laboral y buscar nuevas oportunidades fuera de su organización.
¿Cuál es la importancia del líder frente al nivel de satisfacción de su equipo?
Muy importante, especialmente en las organizaciones más jerárquicas. El líder representa el modelo sobre cómo se realizan las cosas en el trabajo. Con su ejemplo establece el ritmo con que se trabaja, establece el orden de prioridades, el tipo de comunicación, la cercanía o distancia con respecto a las figuras de poder, demuestra la importancia que se otorga a la visión y los valores de la organización.
Asimismo, el líder facilita recursos para que sus subordinados puedan responder debidamente a las exigencias que requiere su trabajo. Por ejemplo, un exceso de carga laboral se hace más llevadera si uno sabe que el líder reconoce este esfuerzo extra y le proporciona feedback sobre el trabajo realizado para que éste pueda orientar su trabajo a lo esperado por la organización.
El Perú ocupa el puesto 65 en el ranking mundial de la felicidad de un total de 156 países, ¿es buena esta posición? ¿Cómo deberíamos trabajar como país para mejorar este índice?
No es una buena posición si nos comparamos con los demás países de América del Sur, pues aparecemos en el penúltimo puesto, sólo delante de Venezuela (102). Los países que ocupan los tres primeros puestos son: Finlandia, Noruega y Dinamarca; y en Sudamérica: Chile (25), Brasil (28) y Argentina (29).
Para mejorar este índice de la felicidad en Perú, se debe seguir trabajando en mejorar las condiciones de vida de los peruanos. No es posible hablar de felicidad si una persona está en niveles de supervivencia.
En este caso, cualquier intervención que mejore la calidad de vida estaría dando una base para mejorar sus niveles de felicidad. Paralelamente, los problemas de violencia y corrupción disminuyen la percepción de bienestar. Las medidas y políticas que se tomen para disminuirlos también tendrán un efecto positivo en este índice.
Sin embargo, y para realzar la parte positiva, los peruanos se distinguen por su dedicación a la familia y amigos. Toda medida que sirva para fortalecer los lazos entre familias y formar a los padres en la educación de los hijos tendrá un impacto positivo. Paralelamente, también es importante trabajar a nivel escolar no sólo la parte académica sino el desarrollo de habilidades emocionales y resiliencia de sus alumnos.