Rubin Ritter, el corresponsable ejecutivo del minorista de moda digital Zalando SE, podría decir adiós a un pago de más de US$ 100 millones... en apoyo a la carrera de su esposa.
El ejecutivo, de 38 años, dijo que se jubilará el próximo año para que su esposa pueda continuar su carrera profesional mientras él cuida de sus hijos. La decisión podría costarle hasta 93 millones de euros (US$112 millones) en opciones de un programa de incentivos de cinco años fijado en el 2018, según muestran los cálculos de Bloomberg, lo que atribuye un alto precio a las ambiciones profesionales de su esposa. La pareja espera su segundo hijo.
“Quiero dedicar más tiempo a mi creciente familia”, dijo Ritter en una declaración el 6 de diciembre. “Mi esposa y yo hemos acordado que en los próximos años, sus ambiciones profesionales deberían tener prioridad”. La esposa de Ritter es juez.
Es una decisión notoria para la compañía, con sede en Berlín, que ha estado en el lado equivocado del debate sobre la igualdad de género. Zalando, cuyos clientes son mujeres en su mayoría, tiene una junta ejecutiva de cinco miembros que está compuesta exclusivamente por hombres blancos. Fue una de las empresas mencionadas el año pasado por la fundación AllBright por no comprometerse a incluir ninguna mujer en su consejo de administración.
Desde entonces, Zalando ha dicho que elevará la proporción de mujeres en sus cinco niveles ejecutivos principales, incluida la junta directiva, al 40% para el 2023. Con la renuncia de Ritter, hay “una verdadera oportunidad para que Zalando demuestre lo que dijo”, reemplazando su puesto con una mujer, manifestó Wiebke Ankerse, directora gerente de AllBright.
Zalando no es única en la Alemania corporativa en cuanto a desigualdad de género. La desigualdad salarial de género del país se encuentra entre las peores de Europa, y la proporción de mujeres en las salas de juntas directivas es inferior a la de la mayor parte de los países industrializados, según AllBright.
Solo el 9.3% de los puestos de consejos en las 160 empresas de mayor tamaño de Alemania estaban ocupados por mujeres el año pasado, dijo.
Los hombres que sacrifican carreras de alto perfil por sus esposas también son extremadamente raros en Alemania. En el 2007, Franz Muentefering, entonces vicecanciller alemán en la Administración de Angela Merkel, renunció para cuidar a su esposa, que tenía cáncer. El año pasado, Andreas Utermann, de Allianz Global Investor, renunció para cuidar de sus tres hijas mientras su esposa se centraba en su negocio.