Algunos colaboradores que trabajan con uno de tus reportes directos te vienen buscando fastidiados, aduciendo que el jefe en cuestión no se sensibiliza con las necesidades ni sentimientos de su equipo, exigiéndoles muchísimo al margen de sus problemas personales, levantando la voz al dirigirse a ellos y, algunas veces, usando el sarcasmo para hacerlos ver como tontos u holgazanes frente a otros compañeros.
Ante una coyuntura económica desfavorable, se acentúa la presión que ejerce dicho directivo hacia su equipo, empeorando su trato. ¿Una excesiva presión por los resultados tendrá que ir de la mano con una indiferencia del jefe hacia lo que le preocupa al trabajador, para marcar su autoridad? ¿Es realmente clave interesarse por un colaborador para que este dé lo mejor de sí? ¿Puede la empatía desarrollarse o es una capacidad con la que uno nace?
Cuando el otro importa
La empatía permite entender e interiorizar los sentimientos de otros. Cuando una persona no se preocupa por los demás, muchas veces solo podrá generar cooperación vía coacción.
La pandemia forzó a que las empresas sean más sensibles con la salud de sus colaboradores y sus respectivos familiares, pero el trabajo remoto eliminó la frontera entre el hogar y la oficina, llevando a que la mayoría de personas incrementen su carga de trabajo, impactando negativamente en su carga emotiva y ansiedad.
Chief Empathy Officer (CEO)
Un jefe puede ser carismático y mostrarse preocupado por los problemas de su equipo, pero si no toma decisiones justas sobre horarios, mix en trabajo presencial/remoto y asignación equitativa de recursos acorde a objetivos esperados en cada colaborador, no podrá ser considerado como un líder empático.
La empatía puede traer incrementos en la productividad Según el estudio “The Power of Empathy in Times of Crisis and Beyond” entre 891 empleados en EE.UU. en el 2021, la empatía es un factor vital para generar innovación y compromiso, especialmente en momentos de crisis.
La empatía no es una capacidad estática y podemos desarrollarla: según Jamil Zaki, director del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad de Stanford y autor del libro “The War for Kindness: Building Empathy in a Fractured World”, diversos estudios demuestran que tras algunos meses pasando más tiempo con otras personas, la gente empieza a actuar más generosamente con ellas.
En momentos en los que nuestro país está dividido entre los defensores de una economía de mercado y los de un estado intervencionista, conservadores y liberales o limeños y provincianos, es fácil ser indiferente con lo que sienten o piensan otros en la empresa. Recordemos a Theodore Roosevelt, quien sostenía que “a nadie le importa cuánto sabes hasta que se da cuenta cuánto le importas”.
Salud mental. Según la encuesta Ipsos Risk Outlook del 2022 entre más de 1,000 ejecutivos en 75 países, después de a pandemia por el covid-19, la salud mental es la segunda causa en la pérdida de productividad en los empleados.
Hallazgo. Según la encuesta State of Work Empathy en el 2021, solo uno de cada cuatro empleados cree que hay suficiente empatía en su organización, mientras que siete de cada diez CEOs reconocen que les resulta difícil demostrar empatía.