Las empresas de electrónica del mundo producen 4,000 millones anuales de pantallas planas avanzadas para teléfonos inteligentes, televisores y tabletas, y cada una de ellas está fabricada con tecnología de una empresa sueca poco conocida. Si bien el 100% del mercado podría ser el sueño de muchos ejecutivos, para Lena Olving de Mycronic AB, es un desafío.
"Si se tiene una participación del 100%, es difícil crecer más rápido que el mercado", dijo Olving, cuyas máquinas fabrican las placas maestras para producir pantallas en un proceso algo similar al uso de negativos en la fotografía cinematográfica clásica.
Las máquinas como las de Mycronic se utilizan para escribir imágenes microscópicas en placas, que luego actúan como plantillas para la producción masiva de pantallas de alta resolución y chips de computadora. Cuanto más grande sea la pantalla de un dispositivo o un televisor, más precisa será la plantilla, y los sistemas de Mycronic pueden costar US$ 40 millones cada uno. Desde la llegada del teléfono inteligente hace una década, todos los fabricantes de pantallas avanzadas del mundo usan los productos de Mycronic.
Desde que Olving asumió el cargo de presidenta ejecutiva a mediados del 2013, Mycronic ha fortalecido el control sobre su principal mercado y las acciones han avanzado cerca de un 600%. Su desafío es ampliar la oferta de Mycronic y reducir la dependencia de la compañía de los llamados generadores de patrones, que es un negocio intermitente en términos de pedidos y que representó más del 60% de las ventas el año pasado.
La respuesta de Olving ha sido comprar compañías de rápido crecimiento en campos relacionados, como el ensamblaje de dispositivos electrónicos y los equipos de dispensación. Mycronic ha cerrado cinco acuerdos en los últimos dos años y está lista para seguir comprando, dijo Olving en una entrevista en Taby, un suburbio de Estocolmo.
Su objetivo es duplicar con creces las ventas para el 2023, hasta 5,000 millones de coronas (US$ 600 millones), principalmente basándose en el crecimiento de la división Assembly Solutions de la empresa.
Mycronic, fundada a principios de la década de 1980 con tecnología desarrollada en el Real Instituto de Tecnología (KTH) de Estocolmo, pronostica que tendrá crecimiento gracias a la campaña por la conducción autónoma y las funciones avanzadas de seguridad en los automóviles, negocio al que accedió mediante la compra de Automation Engineering Inc. (AEi) en Estados Unidos por US$ 35 millones. La división vende soluciones para ensamblar módulos de cámaras de precisión.
Muchos vehículos hoy en día no tienen cámara, pero cada vez más los automóviles nuevos vendrán equipados con sensores o sistemas de control de crucero y advertencia de colisión basados en cámaras. En el futuro, los autos estándar tendrán de seis a ocho cámaras y los vehículos premium contarán con más, dijo Olving, citando fuentes externas.
Como en todo el mundo se vendieron el año pasado 93 millones de vehículos livianos, según LMC Automotive, son muchas las cámaras. Tales equipos también podrían agregarse a la infraestructura de la ciudad para monitorear el tránsito autónomo, dijo. Si bien AEi ya posee aproximadamente la mitad del mercado global en su segmento, esa cifra puede crecer, añadió.
"No es impensable que quienes fabrican internamente el equipo de la cámara puedan abandonar el negocio, ya que no se lo considera central, de forma similar a acontecimientos anteriores dentro de la industria automotriz", dijo Olving.