Tras el inicio de las campañas de siembra 2022-2023 en agosto último, las anomalías climáticas que ocasiona el Fenómeno La Niña, como temperaturas por debajo de lo normal, sequías, excesiva humedad, entre otros, empiezan ya a afectar a algunos de los cultivos destinados para el consumo nacional como para la exportación.
Así lo informó a Gestión Glicerio Canchari, especialista en agro meteorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), que explicó que uno de los principales productos de consumo nacional: el arroz, ya está siendo afectado en los valles y quebradas de la costa que están más próximos al litoral.
Explicó que las bajas temperaturas que trae La Niña están provocando retrasos en el crecimiento de las plántulas de arroz sembradas en algunas zonas de la costa norte, lo que a su vez está llevando a postergar el proceso de trasplante de esos cultivos, y en consecuencia se podría retrasar su cosecha.
Mientras tanto, en la costa central, en zonas más cercanas al litoral, la excesiva humedad está creando un ambiente favorable para la aparición de enfermedades fungosas, que pueden atacar a los cultivos de papa.
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Productos de agroexportación también se afectan
Asimismo, Canchari explicó que las bajas temperaturas también están afectando al mango en la costa norte, pues se está presentando una caída anormal de los frutos en formación, es decir, después de su floración, no están llegando a su fase de maduración.
El especialista aseguró que, en vista de que hay muchos reportes de productores sobre esa anomalía en sus cultivos, hay preocupación de que ello pueda incidir negativamente en la campaña de mango en la costa norte. Matizó, sin embargo, que en octubre podrán confirmar si hay algún nivel de impacto en los volúmenes destinados a la exportación.
Sobre el tema, el diario Eltiempo.pe informó que el frío está provocando que el mango se desprenda de la planta, afectando a más de 30,000 hectáreas de mango del valle de San Lorenzo, en el departamento de Piura.
Palta también se afecta
El mismo fenómeno que afecta el mango, anotó Canchari, se está produciendo en las siembras de palto, pues en las fases de floración y fructificación se está viendo caídas en un número significativo de frutas antes de llegar a sus tamaños normales previos a la cosecha.
Sin embargo, Canchari afirmó que las temperaturas por debajo de lo normal en la costa pueden ayudar a que haya una fase uniforme y manejable en los cultivos de vid para la producción de pisco, y de manzanos.
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Sequía
De otro lado, el especialista en agro meteorología del Senamhi explicó que los pronósticos climáticos para la campaña grande en la zona andina no son tan auspiciosos para algunos cultivos como el maíz amiláceo y maíz blanco, que han empezado entre agosto y setiembre, debido a la ausencia de lluvias.
Cabe recordar que este es el tercer año consecutivo de la presencia del fenómeno La Niña en el país, situación que, según algunos expertos como Ulises Osorio, consultor agrario y ex docente de la Universidad Agraria La Molina, tendrá impactos mucho mayores en la agricultura en esta campaña agrícola, que en años anteriores.
Al respecto, Canchari indicó que se espera que en octubre pueda haber una normalización en las precipitaciones pluviales, como ha sucedido en la anterior campaña (2021-2022, que culminó en julio pasado).
En todo caso, recordó que las previsiones del Estudio Nacional de Fenómeno El Niño (Enfen) son que el fenómeno La Niña aún pueda dejar sentir su presencia hasta noviembre próximo, aunque también podría permanecer en el océano Pacífico Central hasta comienzos del 2023.
La permanencia de La Niña en el Pacífico Central tiene también incidencia en el déficit de lluvias o sequías en las zonas altoandinas del Perú.
Estas condiciones climáticas negativas para varios cultivos se presentan, además, en un escenario de bajo empleo de fertilizantes sintéticos como la urea, que ya habían anticipado los productores agrarios, debido a su alto costo, pero también derivado de los fallidos intentos del gobierno por comprar urea.