Las implicancias que la cautela del sector privado tendría sobre la economía

“Si bien su proyección de crecimiento es incluso mayor a la estimada recientemente por el MEF (10.5%), el fuerte crecimiento de la primera parte del año y el alto dinamismo de la inversión pública respaldan esta tasa de crecimiento”, argumenta el economista.

Sin embargo, Falen considera que la estimación de crecimiento para el 2022 sí es significativamente menor a la del MEF (3.4% vs. 4.8%).

Para el 2022 la corrección más fuerte es la observada en la inversión privada. Para este indicador, el BCR bajó su proyección de 2.5% a 0%, una variación nula que, según explicó Julio Velarde, presidente del BCR, guarda relación con la perspectiva pesimista del sector empresarial sobre la economía.

Según comentó Velarde durante una conferencia de prensa, son más las empresas que piensas recortar sus planes de inversión y de contratación. Estas expectativas son “las peores que se tienen desde el 2009, excluyendo el periodo del confinamiento”.

Falen sostiene que la cautela del sector privado tendría tres implicancias sobre la economía: la inversión empresarial se paralizaría y el mercado laboral permanecería muy golpeado. Es así que, una menor inversión privada genera un menor dinamismo del mercado laboral, lo que a su vez golpea al consumo de las familias.

Según la más reciente encuesta a ejecutivos realizada por Apoyo Consultoría, el 85% de las grandes empresas priorizará el ajuste de costos como estrategia de negocios para los siguientes meses. En este entorno, el número de empleos formales se reducirían en los próximos meses.

“Por lo tanto, gran parte de los trabajadores tendrán que seguir trabajando de manera informal, y generando ingresos bajos y poco estables, disminuyendo su consumo. Es así que el BCR redujo también su estimado de consumo privado de 4.8% a 4.0%, también por debajo del 4.4% esperado por el MEF”, indica Falen.