La inversión en tecnología ha traído grandes beneficios a todo nivel, desde la aceleración de procesos hasta la reducción de costos, lo cual se ha visto impulsado desde la llegada de la pandemia del COVID-19 a Perú.
Todos los sectores han necesitado de algún elemento tecnológico disruptor para alcanzar una mayor eficacia en sus procesos, incluido el de seguridad.
“La tecnología es un gran aliado en la seguridad de una organización, siempre y cuando se sepa utilizar correctamente y de acuerdo a las necesidades específicas de cada negocio”, explica Fiorella Campos, gerente de Tecnología y TI de G4S.
La inteligencia artificial se ha hecho presente incluso en el uso de cámaras de seguridad y monitoreo, las cuales son capaces de implementar reconocimiento facial, enviar alertas automáticas, captar movimiento y patrones de calor y más.
La inversión en estos equipos puede disminuir hasta en 23% los costos operativos de seguridad de una empresa, además de reducir la necesidad de contar con personal presencial de manera constante, algo que ha cobrado importancia durante la pandemia, según estimaciones de G4S.
La inteligencia artificial permite desplegar a los agentes solo cuando es realmente necesario, en zonas de mayor impacto en la seguridad. Esto se traduce en una mayor capacidad de respuesta en eventos anormales y una mejor efectividad en el monitoreo.
Asimismo, las ventajas de la convergencia de múltiples sistemas de seguridad (como video, control de acceso, alarma, prevención de incendios y gestión de emergencias) en una plataforma unificada, son múltiples, eficientes y rentables, puntualiza Campos.