En la víspera, Osiptel modificó el reglamento general de calidad de los servicios públicos de telecomunicaciones para adecuarlo a las reglas asociadas al nuevo umbral de 70% fijado para la velocidad mínima garantizada en la prestación del servicio de internet de banda ancha aprobado por el anterior parlamento.
Hasta antes de este nuevo umbral, las operadoras de telecomunicaciones -que ofrecen el servicio de internet- tenían la obligación de garantizar como mínimo hasta el 40% de la velocidad contratada por los usuarios.
¿Qué reglas se establecen -ahora- para cumplir con el nuevo umbral de velocidad de internet? El regulador ha establecido que el porcentaje de la velocidad mínima garantizada alcanzará el umbral del 52% hasta el 3 de marzo de 2022 y concretará el incremento progresivo fijado en 70% hasta el 3 de diciembre de 2022.
La aplicación del umbral mínimo de 70% para la velocidad contratada comprenderá -cabe precisar- a todos los abonados del servicio de internet de banda ancha, fija y móvil, tanto de zonas rurales como urbanas, bajo un esquema de gradualidad.
¿Se podrá cumplir esta meta y qué cambios traerá? Juan Pacheco, gerente general de AFIN, calificó de “razonable” la gradualidad dispuesta por el regulador para cumplir con la nueva obligación de garantizar una velocidad de 70%.
“Lamentablemente -y lo reiteramos- la ley que establece esta nueva obligación está pensada más para zonas urbanas -como Lima y Callao- que para zonas rurales. Con esta ley, va ser más difícil llevar el servicio de internet a las zonas más alejadas”, precisó.
A reglón seguido, comentó que la dificultad radica en la tecnología que se va a necesitar ya que las tecnologías de segunda y tercera generación -por ejemplo- no van permitir cumplir con este objetivo, a lo que suma que se requiere -con urgencia- eliminar las trabas burocráticas para el despliegue de infraestructura.
“Eso es importante ya que tenemos un déficit de antenas de telecomunicaciones, que según Osiptel bordea las 36,000 antenas hasta la fecha. Nosotros creemos que es más porque no se está considerando el 5G y si no se eliminan las trabas burocráticas para desplegar antenas y fibra óptica a nivel nacional va ser muy difícil que se incremente la infraestructura y dar cobertura de acuerdo a lo que dispone la ley”, subrayó.
La adecuación a los nuevos umbrales va implicar una mayor inversión de las empresas de telecomunicaciones sobre todo en zonas urbanas.
“Para dar cumplimiento a esta ley además de la gradualidad y la eliminación de las trabas burocráticas será necesario que se tomen en cuenta la tecnologías existentes en el país, especialmente la móvil. Probablemente se genere una migración tecnológica”.
-El sinceramiento de los planes comerciales-
Víctor Jáuregui, director de la compañía peruana WIN, -que ofrece el servicio de internet con fibra óptica en algunos distritos de Lima Metropolitana- consideró “correcta” la reglamentación del regulador tomando en que cuenta que el internet se ha vuelto prioritario y ha puesto como foco al usuario.
“Con la pandemia, la realidad e intensidad del servicio de internet cambió. Ahora es prioritario. Lo que busca el regulador es que el usuario pueda continuar con sus actividades aunque sea de manera online. Garantizar un 70% de velocidad va más allá de ofrecer el servicio ya que implica dotar simultaneidad así como una misma velocidad de subida y de bajada”, acotó.
El empresario consideró -asimismo- que actualmente las empresas de telecomunicaciones pueden dotar un servicio de internet con una velocidad mínima de 70% indistintamente de la tecnología que utilizan, pero -ello va implicar- un sinceramiento de los planes de comercialización.
“Antes de la pandemia, las familias usaban el 40% de la velocidad mínima garantizada o menos y no afectada tanto al hogar porque no todos estaban en casa haciendo labores diversas con uso intensivo de internet, pero ahora si se contrata un plan de 100 megas -por ejemplo- se saca el máximo provecho. ¿Qué va a pasar ahora? un sinceramiento de la oferta comercial porque todas (las empresas) pueden dar el 70% de velocidad mínima garantizada, pero en función de que sinceren los megas que se están comercializando/ofreciendo así como la propuesta de valor”, subrayó a Gestión.
Este sinceramiento de planes de comercialización no va implicar necesariamente un aumento de precios de los planes que ofrecen cada empresa, ya que dependerá de la estrategia comercial que tenga cada una.
“En nuestro caso -por ejemplo- nosotros garantizamos el 70% de velocidad mínima y no vamos a cambiar en absoluto los planes que tenemos actualmente vigente. Si nosotros que somos una empresa peruana tenemos capacidad de hacerlo, estoy seguro que el resto de empresas también podrán hacerlo”, añadió.
Será finalmente el usuario quien decidirá qué propuesta de valor escoger de acuerdo a sus demandas y posibilidades. “Lo que se tiene que garantizar es el servicio que se ofrece a los cliente. Si actualmente de compara las propuestas tecnológicas prácticamente son similares entre operadoras, el gran diferencial va ser el servicio”.
-Redes-
La homogenización de las redes de telecomunicaciones se va a dar en función a dos factores claves: de que las empresas quieran seguir invirtiendo en Perú y que las autoridades municipales/regionales den facilidades para la instalación de redes de telecomunicaciones.
“Hay muchas municipalidades que no brindan facilidades para redes de telecomunicaciones, aduciendo que hay muchos cables colgados. La mayoría de esos cables están fuera de funcionamiento. Lo que se debería es iniciar es un sinceramiento de cables de aéreos para retirar los obsoletos y se pueda desplegar nuevos cables de fibra óptica porque lo demanda el consumidor actualmente. Todos quieren que el cable pase bajo tierra, pero en términos de inversiones es 10 a 1 comparado con la instalación aérea”, afirmó el ejecutivo de WIN.
-Otros efectos-
Carlos Huamán, analista de DN Consultores, detalló -por su parte- que si bien ha habido, tras la pandemia, una creciente demanda por servicio de internet, también se debe tomar en cuenta las características propias de cada tecnología que usan las diferentes operadoras para llevar internet -sobre todo el servicio fijo- por lo que elevar la velocidad mínima garantizada va irrogar mayores costos para desplegar más redes.
“No existe otra manera de garantizar la nueva velocidad garantizada que desplegando más infraestructura por eso es que Osiptel ha determinado que sea progresivo”.
¿Qué va a pasar en el mercado? Para el analista es posible que se dé un sinceramiento de los planes comerciales/tarifarios, pero no por una cuestión de mercado sino por una imposición regulatoria. “Lo que pudo haber hecho Osiptel es crear incentivos. Pudo ser más eficiente si el regulador hubiera promovido la velocidad mínima garantizada como un factor de competencia, de manera que si un operador ofrecía 70% de velocidad mínima, las demás se ponían las pilas”.
Igualmente consideró -como consecuencia de esta regulación- que en los distritos de alto consumo se aumente la competencia, mientras que en las zonas con menos demanda los precios suban o existan menos operadores interesados en competir.
“Lo más probable es que las velocidades contratadas vayan a bajar. si antes se podía vender/ofrecer en un distrito de Lima una velocidad de 50 megas garantizando el 40%, ahora voy a vender 30 megas para garantizar 70%. La regulación está estancando el aumento de las velocidades contratadas que de acuerdo a Osiptel creció en 50 megas”, sostuvo.
¿Qué implica una velocidad contratada? explicó que si -por ejemplo- tiene una velocidad contratada de 50 megas, en la hora pico, de mayor consumo de internet, se tenía una velocidad de 20 megas cuando se exigía un 40% de velocidad mínima y en las horas no pico se podía tener una velocidad de 30 a 50 megas.
“Pero si obligas una velocidad mínimo de 70%, al operador no le va a dar la red para ofrecer 50 megas, entonces va a ofrecer 30 megas”, puntualizó.
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