El 2021 fue un año de recuperación en la importación de bienes de capital luego de un 2020 marcado por la pandemia. En el 2022 no se espera que esto se repita sobre todo explicado por las expectativas aún pesimistas que se tienen sobre la economía, lo cual aplaza decisiones de inversión, señaló el exviceministro de Economía, Carlos Casas.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), la importación de bienes de capital alcanzó en el 2021 los US$ 14,035 millones, cifra 34% mayor a la registrada en el 2020 (US$ 10,455 millones) y 14% por encima de la cifra prepandemia (US$ 12,305 millones).
“La importación de bienes de capital está asociada a la recuperación de la inversión privada, de la cual se espera un crecimiento nulo o negativo en el 2022. Si bien las expectativas están menos negativas y los incentivos económicos se van separando de lo que sucede en la política, aún no se otorgan garantías suficientes desde el Ejecutivo. Este año podríamos ver movimientos altos en el primer trimestre, pero luego se ralentizaría de manera considerable”, indicó.
Casas mencionó que el rango de inversión en este tipo de bienes podría oscilar entre US$ 10,000 millones y US$ 14,000 millones, y que la importación para la agroindustria se mantendrá aún con cifras similares a las de años previos, mientras que la industria y el transporte reducirían sus importaciones.
Añadió que las importaciones del sector minero, en específico, podrían por un lado verse favorecidas en el 2022 por la continuidad de proyectos, como el caso de Quellaveco, y otros nuevos, como Corani, Yanacocha Sulfuros, Río Seco y Magistral, pero también hay una fuente de incertidumbre por los problemas sociales y paralizaciones.
“El sector agroindustrial se maneja de una manera mucho más desconectada de la economía nacional, pues va para la exportación; sin embargo, el grueso no es este, sino las importaciones de bienes de capital vinculadas a la industria y el transporte en donde se vería la mayor moderación. No se ven nuevos proyectos y otros que no están avanzando como se esperaba, entonces el flujo de importación se detiene. Con proyectos como Quellaveco aún se podría ver algo en equipos de transporte”, indicó.
El también profesor principal de Economía de la Universidad del Pacífico, afirmó que la mayor cautela al momento de importar bienes de capital traería como consecuencia una mayor dificultad en la creación de empleo y, por ende, el menor aumento de la masa salarial.
“Menores niveles de inversión impactan directamente en la creación de empleo y, sobre todo, en los grupos vulnerables y aquellos que recién se integran al mercado laboral, pues estarían expuestos a menores sueldos. Se necesitaría, sobre todo, disipar cualquier factor negativo desde lo político”, indicó.
Datos
- Según datos del BCR, la importación de bienes de capital registró una cifra de US$ 1,250 millones, siendo este el segundo registro más alto luego del mes de marzo.
- La importaciones ocupadas para la industria son las que tienen mayor representatividad dentro de los bienes de capital.