Si algo nos ha enseñado el coronavirus es la importancia de la digitalización y de la educación virtual. Pero también ha dejado en evidencia la relevancia del maestro como factor que define la calidad del servicio educativo.
“Ni Aprendo en Casa ni cualquier plataforma que se haya podido implementar en los colegios privados reemplaza el vínculo y la participación del profesor”, señala Cucha Valenzuela, miembro del Comité Estratégico y del directorio de IPAE Asociación Empresarial (comisión del rol del docente) y directora del colegio Trener.
Para Valenzuela, es necesario aprovechar este momento para cambiar los paradigmas de la educación nacional. Sugiere, por ejemplo, repotenciar estrategias pedagógicas que vayan más allá de la capacitación tecnológica. “Lo virtual debe ser el pretexto para mover los paradigmas acerca de qué se aprende y cómo se aprende”, sostiene.
Uno de ellos es dar mayor autonomía a los alumnos para que se puedan hacer responsables de su propio aprendizaje permanente, es decir, que sean capaces de aprender por sí mismo para que sepan autogestionarse y reflexionar de forma más crítica.
“Para eso se requiere una actividad pedagógica en el aula, sea virtual o presencial, donde el alumno esté en el centro de la actividad, donde él sea el que plantee las preguntas y busque las respuestas. Obviamente tiene que haber una orientación del maestro, pero no esta vieja idea de la transmisión del saber del profesor como si fuera un enlatado que se puede pasar de cerebro a cerebro”, enfatiza Valenzuela.
El maestro, a su vez, debe ser más reflexivo y autónomo para decidir lo que sus alumnos necesitan, así como para desarrollar un ambiente de aprendizaje permanente en el que los alumnos puedan aprender solos.
Justamente la tecnología permite que el alumno esté en constante actividad y que pueda aprender a su propio ritmo, según el grado de dificultad y la velocidad que necesite. Valenzuela remarca: “Si solo se capacita al docente en la herramienta virtual, pero en su cabeza mantiene la misma forma de interacción pedagógica, caemos en el riesgo de que convierta la pantalla en la pizarra, se pare al frente y explique durante una hora las cosas y los alumnos copien en su cuaderno. Hay que hacer las asociaciones entre la tecnología y las estrategias pedagógicas para el desarrollo de capacidades importantes para los alumnos del siglo XXI”.
El 21 de julio se desarrollará un Cadex por la educación y en setiembre se llevará a cabo el CADE Educación, espacios en los que el comité estratégico al que pertenece Valenzuela emitirá propuestas sobre el rol del docente.