La llegada del coronavirus (covid-19) al Perú puede tener consecuencias que van más allá de una fuerte desaceleración del producto bruto interno (PBI) al que ya comenzó a impactar en el mes de marzo. A nivel social, podría generar un incremento tanto de la pobreza general, como de la pobreza extrema durante el 2020.
Esta es una de las preocupaciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en las cuales sustenta las razones de que el Estado otorgue un bono de S/ 380 a las familias más vulnerables del país, para que puedan hacer frente a los 15 días de aislamiento social decretado el domingo 15 de marzo.
“Los efectos negativos del covid-19 podrían generar un impacto social importante, con un incremento en las tasas de pobreza y pobreza extrema”, señala el MEF en el documento que sustenta el bono.
La ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, anunció que el bono mencionado beneficiaría a millones de personas, pues se repartiría a 3 millones de familias. Luego, el jueves, la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Ariela Luna, afirmó que el padrón de beneficiados ya estaba listo. La intención es que el cobro se inicie desde hoy en el Banco de la Nación y bancos privados.
Pobreza en el Perú
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) –el último dato disponible es de la pobreza del año 2018–, en el Perú el 20.5% de la población es pobre. Es decir, no es capaz de solventar un costo mínimo de S/ 344 al mes, por persona, que es el valor de la canasta básica (de alimentos y gastos básicos).
La última vez que la pobreza se incrementó en el país fue en el 2017, con una tasa de 21.7%, que fue mayor en un punto al 20.7% del 2016. Ese año, la economía creció solo 2.5%.
Asimismo, la pobreza extrema afecta al 2.8% de la población. Este grupo tiene ingresos que no alcanzan para costear una canasta mínima de S/ 183 al mes por persona.
Situación de la economía
El MEF reconoce que la crisis generada por el covid-19 se está amplificando y ya se ven algunas repercusiones en la economía peruana, incluso antes de la paralización de actividades por el estado de emergencia nacional.
“Los indicadores adelantados de la actividad económica muestran una moderación del ritmo de crecimiento de la economía”, señala el documento del Gobierno y pone como ejemplo la producción de electricidad al 12 de marzo, antes del aislamiento social, que creció solo 3.6%, cuando en febrero lo hizo en 6.5%.
En particular, la moderación del crecimiento se dio en el consumo de electricidad de cementeras, que hasta la fecha mencionada cayó en 27.9%, a diferencia de febrero, que creció 6.7%. El consumo de energía de la manufactura cayó 10.7% (en febrero cayó 6.2%), y en las empresas siderúrgicas se contrajo 7.2% (en febrero se redujo 0.4%) debido al menor consumo de Siderperú y Aceros Arequipa.
Otro indicador que también muestra esta desaceleración de la economía en marzo, sin incluir la cuarentena, es el del consumo en centros comerciales. Al 10 de marzo, las visitas en estos establecimientos de Lima y regiones sufrieron un significativo descenso de 12.4%, mayor que en los meses previos, en que la caída fue de 2.8% en enero y 3.8% en febrero.
Por sectores
Adicionalmente, en el MEF consideran que los canales de transmisión por los que el coronavirus afectaría la economía peruana están principalmente a través de los menores precios de las materias primas, la volatilidad de los mercados financieros, la disminución del comercio internacional y la disminución de algunas actividades claves de la economía local.
“En particular, de continuar la expansión del coronavirus, podría afectar a los sectores vinculados al turismo, por la cancelación de vuelos y paquetes turísticos, alojamiento, restaurantes, transporte aéreo y terrestre, comercio, entretenimiento, esparcimiento, entre otros”, sostuvo.
- Hay un contexto de disminución de ingresos fiscales -
El MEF refirió que la desaceleración de la actividad que se viene registrando en marzo se da en un contexto de disminución de los ingresos fiscales. En febrero, la recaudación tributaria del Gobierno central cayó 2% en términos reales, con lo cual en los dos primeros meses del año se acumula un crecimiento de solo 1.9% en términos reales, por debajo de lo registrado en todo el año 2019 (3.7% real).
La entidad económica del país explicó que esta desaceleración se debió principalmente a la caída de los ingresos por Impuesto General a las Ventas (IGV) en 1.1% en el primer bimestre, a diferencia del crecimiento de 2.5% registrado en el mismo periodo del año pasado. Esto vinculado principalmente a las importaciones.
A ello se suma que la presión tributaria acumulada de los últimos 12 meses ascendió a 14.3% del PBI, menor al 14.4% del PBI registrado al cierre del 2019.
Adicionalmente, en el Gobierno refiere que también existe una afectación de la economía por el deterioro de las condiciones económicas a nivel internacional a causa de la expansión del coronavirus.