En junio de este año se realizó una operación conjunta entre fiscales ambientales especializados del Gobierno peruano y la organización internacional ambiental Sea Shepherd Conservation Society, puesto que se encontró a distintas embarcaciones que realizaban pesca ilegal en el mar peruano, según el portal Eco Watch.
Con el apoyo del barco Ocean Warrior de Sea Shepherd, se interceptó a tres barcos peruanos de arrastre y de pequeña escala que estaban participando en la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (pesca INDNR).
Don Santos, fue la primera embarcación detectada por los fiscales peruanos. Se encontraba pescando dentro de la zona de exclusión costera de 5 millas náuticas de Perú frente a la costa de Tumbes y utilizando un radar desde el puente del Ocean Warrior.
Los fiscales peruanos detectaron las actividades ilícitas vía radar desde el puente del Ocean Warrior y luego solicitaron a los guardacostas que abordaran la embarcación. Al hacerlo, los funcionarios se dieron cuenta de que el sistema de monitoreo satelital del mencionado barco de arrastre, que permite que el movimiento del buque sea monitoreado por las autoridades, no había estado operativo desde el año 2018 y que la tripulación pudo haber eliminado antes sus capturas por la borda en un intento por destruir pruebas.
Sea Shepherd Legal apoyó para que las autoridades peruanas puedan multar a la embarcación Dos Santos, puesto que ahora el barco tiene prohibido pescar hasta que pague las tres multas.
A bordo del barco Ocean Warrior de Sea Shepherd, algunos funcionarios y defensores trabajaron juntos para apoyar al gobierno peruano y poder monitorear el territorio marítimo. Los funcionarios obtuvieron acceso a una patrullera civil en alta mar para ayudar con sus observaciones de especies migratorias y en riesgo, así como el monitoreo de amenazas a la biodiversidad.
Asimismo, Sea Shepherd Legal también ofreció orientación en materia de enjuiciamiento y políticas después de cualquier interacción y sugerencia para la aplicación del derecho nacional e internacional.
La misión también descubrió otros dos barcos de arrastre peruanos que pescaban sin sistemas de monitoreo satelital. El primero no tenía licencia de pesca válida para la zona de Tumbes. Ante esto, los fiscales solicitaron a los agentes de la guardia costera que también abordaran estos dos barcos para ser dirigidos de regreso al puerto para su detención.
Cabe señalar que antes de los arrestos, el Ocean Warrior observó a tres barcos locales diferentes pescando ilegalmente dentro de una zona de exclusión costera de 2 millas náuticas frente a la costa de Lobos de Tierra. Se encontraban utilizando pistolas de pesca submarina para cazar pulpos. Los fiscales ambientales están utilizando pruebas fotográficas obtenidas por el dron del barco Sea Shepherd para hacer denuncias penales.
A nivel mundial, la pesca INDNR amenaza la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas oceánicos, lo que puede generar el colapso total de una pesquería o poner en grave peligro a la población de peces.
El mar del Perú alberga una gran variedad de vida marina, con más de 30 especies de ballenas y delfines, más de 60 especies de tiburones y la población de anchoveta más grande del mundo, así lo indicó un representante de Sea Shepherd. Además, varias de las especies de tiburones que se encuentran en las aguas peruanas están en riesgo de extinción.
La pesca ilegal también amenaza el bienestar económico de muchas comunidades costeras y la seguridad alimentaria a largo plazo del planeta.
“La pesca ilegal solo es posible porque los océanos a menudo están fuera de la vista y fuera de la mente de las autoridades policiales”, declaró Peter Hammarstedt, director de campañas de Sea Shepherd.
Ocean Warrior brinda a los fiscales ambientales peruanos una plataforma para obtener datos sobre el alcance de la actividad pesquera ilegal en las aguas del Perú.