Al igual que la agencia calificadora Moody’s rebajó su proyección del producto bruto interno (PBI) del Perú, sus pares internacionales Fitch Ratings y Standard & Poor’s también estimaron un crecimiento más bajo de la producción nacional.
De acuerdo con Fitch Ratings, los riesgos para las calificaciones crediticias del Perú son elevados en medio de un debilitamiento de la gobernanza, la estabilidad política y las perspectivas de crecimiento.
“La perturbación económica derivada de la disfunción política y el descontento social será difícil de revertir en el periodo previsto hasta finales de 2025, lo que podría perjudicar la trayectoria macrofiscal en relación con sus pares BBB (calificación que actualmente tiene el Perú con perspectiva negativa)”, sostuvo en su último reporte que compartió con Gestión.
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En esa línea, Fitch indicó que la inestabilidad política pesa sobre el crecimiento de la economía peruana. Precisó que la economía entró en una recesión técnica después de que el PBI cayera en el cuatro trimestre del 2022 y en el primer y segundo trimestre del 2023 en medio de un retroceso de la inversión privada.
“Recortamos nuestra previsión de crecimiento para 2023 del 1.8% al 0.8%. Las perspectivas enfrentan riesgos de un fenómeno de El Niño más fuerte de lo esperado y una renovada inestabilidad política que pueden afectar las perspectivas de inversión y crecimiento”, remarcó.
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Por su parte, Standard & Poor’s Global Ratings afirmó en su último informe que hicieron varios cambios en las previsiones, debido en la mayoría de los casos a “sorpresas” en el resultado del PBI del segundo trimestre o factores idiosincrásicos.
Detalló que este cambio de 1.8% a 0.9% de crecimiento de la economía peruana para este 2023 se hizo por el malestar social e impacto de El Niño.
Cabe señalar que Moody’s también actualizó su perspectiva de crecimiento del PBI del Perú de 1.3% a 0.6% con riesgo a la baja, tras lanzar su advertencia que el país se encuentra en recesión económica, por lo que el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, no tuvo otra opción que aceptar esa situación.
Pasarán límite del déficit fiscal
La calificadora de riesgo Fitch señaló que el déficit fiscal pasará su límite al 2.6% del PBI en el 2023 (su techo es 2.4%) a medida que los ingresos se ajusten a un menor crecimiento, lo mismo que los precios del cobre.
“El Gobierno está implementando un plan de reactivación y esfuerzos de mitigación de eventos climáticos, pero el efecto sobre el déficit podría compensarse con la eliminación gradual del gasto relacionado con la pandemia”, apuntó.
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¿Cómo salir de la recesión?
En conversación con Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas, el Perú tendrá una contracción de 0.5% de la producción nacional este año y la salida de la recesión se daría a partir del segundo semestre del 2024.
Para salir de esa situación, el director de Thorne & Associates, manifestó que debe existir cuatro elementos claves: shock de confianza, reorganización en el sector público, incentivos a las micro y pequeñas empresas (mypes) e impulso a los programas sociales para reducir pobreza y aumentar empleo.
Sobre el shock de confianza, señaló que se le tiene que mostrar a los inversionistas y consumidores que la situación ha cambiado, por lo que sus inversiones estarán protegidas. “Después tendría que haber una simplificación tributaria”, argumentó.
Bajo ese argumento, Thorne indicó que para impulsar la inversión privada se deben sacar proyectos mineros, como el de Yanacochas Sulfuros (US$ 2,500 millones), ampliación Antamina (US$ 2,000 millones), Tía María (US$ 1,400 millones) y La Granja (US$ 2,400 millones). “Si uno no se sienta con ellos a conversar y decirles qué se necesita para ayudar, no se avanzará”, dijo.
Respecto a reorganizar el sector público, el exministro sostuvo que desde el 2019 se contrató a una serie de funcionarios que no necesariamente califican para los puestos. “Tiene que existir un cambio en el Servicio Civil, los funcionarios deben ser técnicos. En términos de inversión, la legislación tiene que ser cambiada totalmente, para que las empresas que ahora contratan con el Estado tengan experiencia. Además se debe realizar una simplificación administrativa para agilizar los trámites”, planteó.
Sobre las mypes, Thorne consideró que no están siendo suficientemente estimuladas para que se conviertan en grandes empresas. Refirió que las mypes no necesitan crédito, sino incentivos para ganar escala. “Otro es el tema de factoring que se ha desvirtuado. Ahora una factura la pagan en 70 días, eso es una monstruosidad. También se debe realizar una reforma laboral que reduzca los costos laborales para tener formalización”, aseveró.
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Guillermo Arbe, gerente principal del departamento Estudios Económicos de Scotiabank, refirió que el crédito suplementario que aprobó el Congreso de la República para financiar gastos asociados a la reactivación económica y la respuesta ante la emergencia por el fenómeno El Niño, ayudará a que el Gobierno pueda desarrollar medidas.
Sostuvo que hay cosas que puede realizar el Ejecutivo, como “la entrega de bonos”, que serviría como alivio para la población por la coyuntura.
“Inicialmente sería gastar más. Típicamente uno prefiere ver gasto en inversión pública, pero eso tiene un impacto a largo plazo. Entonces, una cosa a considerar son los programas sociales con una transferencia para la población, como se hizo en la pandemia. No estamos en una situación tan crítica como la pandemia, pero eso podría ayudar”, refirió a este medio.
No obstante, el analista sostuvo que el problema real es el crecimiento bajo prolongado en el tiempo y la única solución es impulsando la inversión privada.
En línea con lo mencionado por Thorne, Arbe precisó que el Perú tiene una cartera de proyectos potenciales, en particular mineros, que no se están aprovechando por razones políticas. “Mientras la inversión privada no se reactive, vamos a seguir en esta situación. Lo que se puede hacer para volver a generar confianza empresarial es realizar un anuncio espectacular, como el de “Tía María sí va””, sugirió.
Explicó que el Gobierno peruano de Dina Boluarte y los que han pasado no tuvieron la “voluntad política” para destrabar el proyecto Tía María (Arequipa). “Lo que tienen es miedo y no hay ningún esfuerzo de contradecir o contrarrestar la narrativa en contra de Tía María, que es muy ideologizada”, puntualizó.
Licenciado en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En el 2009 ingresó a formar parte del equipo de Perú21 y el 2021 se desempeñó como periodista del área Núcleo de Economía del Grupo El Comercio. Actualmente como redactor en Gestión.