Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Washington (Reuters).- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el jueves un proyecto de ley para evitar que el se quede sin fondos, en un alivio mayor en medio de la guerra presupuestaria partidista que ha consumido a Washington durante meses.

El proyecto, que financiará agencias y programas del Gobierno hasta el cierre del actual año fiscal el 30 de septiembre, fue aprobada en la Cámara baja por 318 votos a favor y 109 en contra, y ahora pasará al despacho del presidente para ser promulgada.

El mandato actual para el gasto expira el 27 de marzo, pero los republicanos eligieron no usar la amenaza de que las agencias federales se quedaran sin dinero para funcionar como palanca para demandar recortes de gastos.

En lugar de eso, los republicanos quieren emprender una campaña para la reducción del déficit centrada en las propuestas del presidente del Comité de Presupuestos de la Cámara, .

Poco después de aprobar el proyecto de gastos, la Cámara de Representantes respaldó un borrador de presupuesto ofrecido por Ryan para eliminar los déficit del país dentro de 10 años a través de profundos recortes en salud y otros programas sociales.

El proyecto de financiamiento para el resto de este año fiscal, que liderado por los demócratas aprobó el miércoles, mantiene los recortes automáticos del gasto por 85,000 millones de dólares.

Sin embargo, quita algo de dolor de esos recortes al permitir a agencias domésticas y militares del Gobierno mayor flexibilidad para mover dinero dentro de sus reducidos presupuestos para actividades más prioritarias.

La aprobación de la medida de financiamiento le da al Congreso un margen de unos meses para discutir qué partido tiene una visión de presupuesto más viable, antes de que se enfrenten otra vez al riesgo de quedarse sin fondos en el verano boreal cuando se discuta un alza del límite federal del endeudamiento.

El presupuesto de Ryan, marcado por profundos recortes de gastos a programas sociales y revoca las reformas de salud del presidente Barack Obama, define la posición de los republicanos para el resto de las batallas de este año fiscal y las elecciones legislativas de 2014.

El plan de Ryan apunta a reducir drásticamente los déficit en la próxima década y alcanzar un pequeño superávit para el 2023.