(Foto: EFE)
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Es mejor ajustar la política monetaria de la zona del euro gradualmente en el actual entorno de incertidumbre, manifestó el funcionario del Banco Central Europeo y jefe del banco central finlandés, Olli Rehn.

El BCE se retractó la semana pasada de su promesa de no subir las tasas de interés en el 2022 y las autoridades a cargo de la política monetaria estudian ahora cómo empezar a retirar los estímulos que han mantenido a flote la zona del euro durante años.

“En una situación incierta -me refiero también a las tensiones geopolíticas que aún persisten y a sus posibles implicaciones en los precios de la energía y el crecimiento- es mejor vigilar que lamentar, como dice el viejo refrán, o avanzar gradualmente y paso a paso en la normalización de la política monetaria”, dijo Rehn en Helsinki.

Rehn hizo eco de las palabras de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que el lunes dijo que cualquier ajuste de la política monetaria sería gradual.

En su intervención en un acto organizado por él para conmemorar las dos décadas de la moneda común en la zona del euro, Rehn destacó la importancia del euro para reforzar la unidad dentro de la Unión Europea en medio de las turbulencias geopolíticas que provocan la subida de los precios de la energía y la aceleración de la inflación.

Rehn consideró que el consejo del BCE estimó que existe el riesgo de que la inflación se acelere más de lo previsto.

“El consejo del BCE trabaja con todas sus herramientas para garantizar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2% a medio plazo”, señaló.

Sin embargo, Rehn recordó que los precios de la energía están fuera del ámbito de influencia de la política monetaria.

Dijo que creía que los precios de la energía se mantendrían en un nivel alto por una serie de razones, entre ellas las bajas reservas y la necesidad de reponerlas después de que la alta demanda causada por la temporada de frío disminuya en .

El consejo del BCE está observando de cerca la inflación salarial en Europa, con el fin de definir el momento adecuado para su subida de tasas, dijo Rehn.

Al comparar las decisiones de política del BCE con las de la Reserva Federal de , dijo que cabía destacar que en medio de la recuperación de la pandemia los salarios han subido entre un 5% y un 10% en Estados Unidos y sólo alrededor de un 2,5% de media en Europa.

“Es bueno tener en cuenta las subidas de tasas de 2008 y 2011 que ahogaron el crecimiento demasiado pronto”, dijo.