Ante la crisis generada por la pandemia del COVID-19, un importante número de personas en la capital perdió su empleo, sin embargo, muchos optaron por no seguir buscando un puesto de trabajo.
Así, en el trimestre agosto - setiembre - octubre de este año un total de 738,500 personas en Lima Metropolitana pasaron de buscar empleo (población económicamente activa) a dejar de buscarlo (población económicamente no activa), a la espera de un mejor momento para hacerlo, indicó Jorge González Izquierdo, docente de la Universidad del Pacífico y economista, tomando cifras del INEI.
Gonzáles calificó este hecho como un “fenómeno interesante” pues según indica, en Lima Metropolitana existen cerca de 8 millones de personas en aptas para trabajar (a partir de los 14 años de edad), y fue la población que no busca trabajo (no activa) la que se elevó en 738.500 (28.8%) en el trimestre agosto - setiembre - octubre del 2020 respecto a similar trimestre del 2019, pasando de 2.5 millones de personas a 3.3 millones.
De amanera contraria, la población que busca trabajo (activa) se redujo, pasando de 5.2 millones a 4.6 millones, es decir, una reducción de 635,600 personas (-12.1%).
“Los trabajadores se salieron de buscar trabajo. Se salieron de buscar activamente el trabajo y se pasaron a ser no activos, a esperar que esto pase y llegue mejores momentos, se vieron desalentados. Esto es muy importante y ahí (en los no activos) hay muchos jóvenes. Al ver que el mercado laboral no le ofrece muchas oportunidades los trabajadores han pasado a la categoría no activa, es decir, a esperar que mejores las cosas para regresar a buscar trabajo”, explicó.
El regreso y la informalidad
El economista precisó que, si bien la población que no busca empleo ha crecido en el último trimestre del año, ellos volverán a buscarlos cuando -en efecto-, se presente un mejor escenario, que sería a partir de este último trimestre, considerando que ya se cuenta con un Gobierno de transición, tras la última crisis política generada por la renuncia de Manuel Merino y la vacancia de Martín Vizcarra.
En tanto, dijo que el problema surgirá cuando regresen a buscar empleo pues será el empleo informal el que registre mayor crecimiento.
“A la hora que se dé ese regreso, que es la gente que se ha quitado un ratito ‘a mirar el balcón’ y regresa, ahí el empleo informal va a subir porque va a encontrar difícil ubicar un puesto formal, entonces se convierte en informal”, dijo.
De acuerdo al INEI, a setiembre del 2020 la tasa de informalidad en el país se elevó a 75.2% mientras que la tasa de formalidad se redujo a 24.8%.
PBI, determinante para la contratación
Izquierdo explicó, además, que quien determina la velocidad de la contratación de la mano de obra es la velocidad del aumento de la producción, es decir, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), indicador que en últimos meses reportó caídas en términos anuales, impactado por las medidas restrictivas para contener el avance del coronavirus.
De acuerdo a datos del INEI, la caída del PBI empezó en marzo (-16.25%), se ahondó en abril (-39.19%) y la contracción empezó a ser menor en los meses de mayo (-32.31%), junio (-17.85%), julio (-11.63%), agosto (-9.71%) y setiembre (-6.95%), en línea con la puesta en marcha de 4 fases de reactivación económica que estableció el Gobierno del ex presidente Martín Vizcarra.
Respecto al empleo, dijo que durante el trimestre agosto -setiembre- octubre del 2020 se perdieron 1 millón 400 mil empleos adecuados que en Lima, mientras que en el trimestre anterior (julio-agosto-setiembre) se había perdido 1 millón 500 mil empleos, es decir, solo 100,000 personas que perdieron su empleo lo han recuperado.
En esa línea, estimó que el 1 millón 400 personas que perdieron su empleo lo recuperarán si se presenten dos escenarios: la llegada de la vacuna contra el COVID-19 –pues normalizará el comportamiento de los consumidores- y segundo, si el nuevo Gobierno de transición realiza una política de gasto público vinculada a la inversión en infraestructura.
“Si esas dos cosa suceden, donde se espera que la vacuna llega temprano, en el primer trimestre o cuatrimestre del año, entonces pienso que a finales del 2021 podríamos haber recuperado niveles pre pandemia en producción (PBI), pero no en empleo. El empleo todavía nos va a tomar (recuperar) el año 2022”, concluyó.