Mark Zuckerberg
Mark Zuckerberg

No fue una típica asamblea de accionistas de

El jueves, en Menlo Park, California, un inversor comparó el de la red social con una violación de los derechos humanos. Otro advirtió que el escándalo no es bueno para los resultados financieros de Facebook.

Y uno aconsejó al máximo responsable que emulara a George Washington, no a Vladimir Putin, y que evitara transformar a Facebook en “una dictadura corporativa”.

Fue difícil para mantener el orden y hasta se expulsó a una mujer de la asamblea en los primeros minutos a raíz de reiteradas interrupciones. Un avión volaba sobre los presentes arrastrando un cartel en el que se leía “VIOLARON LA DEMOCRACIA” y que publicitaba a Freedom From Facebook, un grupo de activistas a favor de la privacidad y contra el monopolio que presiona a la Comisión Federal de Comercio estadounidense para que disuelva la compañía.

“Han sucedido muchas cosas desde que estuvimos aquí el año pasado”, fue lo primero que dijo Zuckerberg. Era un eufemismo destinado a romper el hielo.

Un accionista, Trillium Asset Management, se presentó con una lista de 15 controversias claras, que incluían la injerencia rusa en la elección presidencial estadounidense, la difusión de desinformación y preocupaciones relativas a la privacidad de datos.

Otros inversores plantearon diferentes temas -desde la planificación fiscal de Facebook hasta la renuencia a publicar informes sobre las remuneraciones por género.

Zuckerberg reiteró las mismas garantías que mencionó frente a los legisladores estadounidenses y europeos este año. La compañía no ha adquirido una visión lo bastante amplia de su responsabilidad.

Cuando desarrolló su negocio, “no nos esforzamos lo suficiente por ser proactivos respecto del mal uso que se puede hacer de estas herramientas”, dijo.

Facebook invierte en este momento para implementar los cambios necesarios a los efectos de asegurar integridad en las elecciones, reducir la proliferación de cuentas de usuario falsas y más, agregó.

“También estamos muy concentrados en ser más transparentes”, dijo Zuckerberg, al tiempo que elogió el hecho de que la compañía acabara de publicar por primera vez sus políticas sobre moderación de contenidos.

Minutos antes, la compañía anunció que las propuestas de los accionistas a favor de mayor transparencia y supervisión habían fracasado, lo cual no sorprendió a nadie. Zuckerberg controla la compañía a través de acciones especiales que le dan más votos que a otros accionistas.

Facebook dijo que haber frenado las propuestas no significaba que a la compañía no le interesaran esas cuestiones. Zuckerberg y la junta directa simplemente podían tener otras ideas respecto de cómo abordarlas.

La compañía respondió preguntas referidas a todo, desde la discriminación hasta su impacto en la comunidad local. Facebook desea ser vista como una plataforma para todas las ideas, dijo Zuckerberg.

La compañía también aspira a ser un buen vecino y está invirtiendo en soluciones para el transporte, más allá de los autobuses para sus empleados, con el fin de aliviar el tránsito en torno de los edificios de su sede.

Las últimas preguntas correspondieron a un accionista que dijo que su esposa trabajaba en marketing de Facebook. ¿Por qué la compañía estaba tan a menudo a la defensiva? ¿Por qué todos culpaban a Facebook?

Zuckerberg dijo que, cuando ve una cobertura periodística negativa, “no estoy del todo de acuerdo, pero considero que en parte es muy justa”.

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