(Reuters).- La minera Xstrata buscó convencer a sus indecisos accionistas de los méritos de su fusión con el operador de materias primas Glencore por 39,000 millones de dólares, al pedirles que respalden la oferta "justa y razonable" pese a que hay inversores que se oponen a su plan de pago.
La estructura del acuerdo, que requiere la aprobación de al menos un 75% de los accionistas, excluyendo a Glencore, implica que la oposición de los inversores que representen poco más del 16.5% del accionariado total de Xstrata sería suficiente para desbaratarla.
Analistas de la industria consideran que el acuerdo tendrá éxito a la larga, pero Xstrata enfrentó la oposición de una multitud de inversores cuando un 36.5% rechazó su plan de pagos en una votación, por encima de un 31.7% que refutó el plan el año pasado.
Xstrata, uno de los mayores exportadores de carbón térmico del mundo y la cuarta minera global, reportó un "fuerte" desempeño financiero desde inicios de año, pese a un descenso en su producción de cobre en el primer trimestre, a medida que reemplaza las operaciones más antiguas.
Los inversores han estado atentos a importantes proyectos mineros a medida que aumentan los costos, aunque Xstrata dijo que todos los proyectos importantes están en progreso.
Algunos inversores de Xstrata han referido que el perfil de crecimiento de la minera, que incluye la producción de ferroníquel en su proyecto Koniambo en Nueva Caledonia, otros proyectos de cobre en Perú y una mina de plomo, zinc y plata en Australia, deberían implicar una oferta mayor por parte de Glencore.
El comercializador de materias primas acordó en febrero pagar 2.8 acciones por cada una de las de Xstrata.