Votorantim SA va a abrir una oficina en Nueva York mientras el conglomerado —propiedad de una de las familias más ricas de Brasil— busca acuerdos para diversificar su cartera que va desde el cemento hasta el jugo de naranja.
La firma reservó US$ 600 millones para un lote inicial de adquisiciones y está comenzando con un equipo de cinco personas que busca oportunidades en diferentes sectores, según el director financiero, Sergio Malacrida. Un área de interés es la infraestructura, a medida que Estados Unidos se embarca en nuevos gastos por US$ 550,000 millones en carreteras, puentes, transporte público y otros proyectos.
El grupo de 103 años propiedad del clan multimillonario Ermirio de Moraes está en camino a su mejor año desde el 2008 gracias a precios más altos de los metales y una mayor demanda de cemento. Dado que el 43% de las ventas provinieron de Brasil el trimestre pasado, y ante mayores incertidumbres globales, Votorantim busca reducir el riesgo.
“Vamos a Estados Unidos para mejorar nuestro conocimiento del mercado estadounidense”, dijo Malacrida en una entrevista. “Actualmente estamos más interesados en invertir en países desarrollados, ya que buscamos reducir la volatilidad de nuestra cartera”.
La oficina de Nueva York se enfocará en encontrar negocios fuera de los sectores en los que el grupo ya opera, dijo Malacrida, agregando que cada una de sus unidades ya está realizando esfuerzos de internacionalización.
Las empresas de Votorantim han gastado un total de 3,300 millones de reales (US$ 605 millones) en adquisiciones este año. La unidad de cemento, por ejemplo, viene acumulando activos españoles y está de caza en Norteamérica.
Mientras se expande hacia nuevos negocios, Votorantim no dejará atrás sus raíces industriales. El grupo posee una de las mayores cementeras del mundo, una de las principales productoras de aluminio y la cuarta minera de zinc más grande del mundo. También tiene intereses en finanzas, energías renovables y jugo de naranja.
A principios de este año, lanzó una empresa para invertir en bienes raíces, comprando una participación mayoritaria en lo que será el edificio más alto de São Paulo.
Las ganancias del tercer trimestre aumentaron 13 veces con respecto al año anterior a 1,000 millones de reales, aunque cayeron secuencialmente a medida que aumentaron los costos. Malacrida se muestra cauteloso con respecto al 2022 por un aumento de la inflación en todo el mundo y ante un año electoral volátil en Brasil.
“Ahora es el momento de muchas dudas y pocas certezas”, dijo. “Lo que podemos hacer es analizar las inversiones a largo plazo y administrar lo que está bajo nuestro control. Pero planeamos seguir invirtiendo”.