Pese a la normalización de las actividades pospandemia, el sector turístico en el Cusco sigue sin alcanzar los números del 2019. Tanto es así que, a la fecha, solo ha logrado una recuperación del 70%, explicó el presidente de la Cámara de Comercio de la región, John González.
Y es que la ‘Ciudad Inca’ no afronta la mejor de sus épocas. En el último año varias han sido las protestas que ha soportado este lugar, el cual es clave para el turismo nacional, pues alberga a Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo que todo turista internacional desea conocer. De este modo, solo en este mes, la zona se ha visto afectada por cuatro días de paralizaciones que han perjudicado el flujo y gasto de los viajeros.
“En noviembre vamos contando cuatro días de paro; dos días de la protesta de los trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) y dos días del reciente paro agrario que se realizó el 23 y 24 último. A esto, agreguemos que nos hemos afectado también por el cierre del aeropuerto Jorge Chávez, en Lima”, detalló el líder gremial.
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En ese sentido, González proyectó que la pérdida por estos acontecimientos para los operadores turísticos, solo en este mes, viene alcanzando los S/ 15 millones. Ello se ve reflejado en un menor consumo e incluso cancelaciones en negocios como hoteles, restaurantes, transporte local, agencias de viajes, artesanos, ingresos a los atractivos y todo lo que implica la cadena turística.
En los dos días de paro agrario, el bloqueo de la vía Cusco- Urubamba impidió que muchos viajeros cumplan con sus recorridos, frustrándose el ingreso a centros arqueológicos y museos. Asimismo, la suspensión de las operaciones del tren, el miércoles y jueves último, no permitió que se concreten visitas a la ciudadela de Machu Picchu, reprogramándose fechas, pero solo para los viajeros que cuenten con disposición de tiempo.
Berner Caballero, presidente de la Cámara Regional de Turismo del Cusco (Cartuc), sostuvo que por cada paralización de dos o tres días en el Cusco, en los próximos 30 días se registran aproximadamente un 50% de cancelaciones en reservas de hoteles. “En algunos casos se reprograman, que es más común con el turismo interno y, en otras, se pierden definitivamente porque los turistas optan por otros destinos”, añadió.
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En esta temporada, el flujo turístico se divide entre nacionales y extranjeros, con predominio dentro de este grupo de asiáticos, norteamericanos, europeos, así como latinoamericanos como chilenos y argentinos. Caballero manifestó que el ticket de gasto en un turista interno es de entre S/500 y S/600, mientras que en el receptivo, el consumo por día bordea las mismas cifras, pero en dólares.
“Es importante esta temporada no solo por la llegada del turismo extranjero, sino también nacional, pues tenemos el arribo de las promociones de colegios y diversos compatriotas”, agregó.
Por su parte, González incidió en la huelga indefinida que el 28 de noviembre iniciarían los trabajadores de la DDC, quienes exigen la derogatoria del decreto supremo 043-2022, el cual dispone que los recursos directamente recaudados por la DDC Cusco, sean administrados por el Ministerio de Economía y Finanzas. Esta norma no es aceptada por los empleados de la entidad cultural local, pues temen que no haya reinversión en los atractivos cusqueños.
“Algo que está afectando mucho son las decisiones del Gobierno. En los ministerios de Cultura, Turismo y Comercio Exterior no se están tomando buenas decisiones y eso se debe a que no se conoce al sector. Sabemos que en Perú el 80% de turistas que arriban al país lo hacen por conocer Machu Picchu. Si matamos esa buena imagen, estamos matando al turismo en el Perú”, finalizó el vocero empresarial.
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