Las visiones de las gerencias generales de las diferentes empresas del país están puestas en las estrategias que deberán adoptar, que implica tomar la decisión más adecuada para sus negocios y ver qué rumbo tomarán en tiempos de crisis por el COVID-19. De eso no son ajenas las empresas familiares, ya que se estima que el 80% de los negocios en el país son de procedencia familiar.
Una última encuesta realizada por el Centro de Desarrollo de la Empresa Familiar (Cendef) a gerentes generales que sean fundadores y/o fundadoras y/o accionistas de las empresas que dirigen, reveló que un 24% estaría pensando vender la empresa.
Para Luis Scerpella, gerente general de Cendef, la respuesta tiene cierta lógica, pues lo recomendable es venderla cuando las perspectivas son positivas, aunque en la situación actual, también podría ser una oportunidad o, una necesidad.
Asimismo, un 29% de los entrevistados responde que solamente tienen tiempo para “sobrevivir”, por lo que Scerpella consideró que esta posición, no puede considerarse como recomendable; pues es necesario que las empresas, además de sobrevivir, planifiquen la fase del “regreso al negocio”.
Cambios y proyecciones
Pero hay también un grueso de empresas que está trabajando en continuar con los planes que tenía antes de que llegara el COVID-19. Así, además de estar atentos a la sostenibilidad de sus negocios (cuidar al equipo humano, gestión de la liquidez, operatividad del negocio, etc.), las cabezas de empresas familiares tienen la mira puesta en temas financieros, por ejemplo.
“Como consecuencia del coronavirus, un 90% de los gerentes generales (mayores de 60 años y accionistas de la empresa) estaría identificando oportunidades para reducir gastos y costos; lo que en parte se puede explicar ante el escenario de una disminución del tamaño del mercado en que participan sus empresas”, señala el consultor.
En tanto, un 76% de ellos, está en la búsqueda de un gerente general que los reemplace en el mediano plazo, lo que implica que ya estarían pensando en iniciar un proceso de sucesión en la gestión de la empresa que ellos fundaron o en la cual son accionistas.
“La edad de los entrevistados y la situación originada por el COVID- 19 deben tener influencia en esta respuesta”, dice Scerpella.
En la misma línea, un 62% ha indicado que ha empezado a preparar su testamento, que se deriva de gerentes generales que ya piensan en la importancia de formalizar su planificación sucesoria, por lo que la situación de crisis puede hacerlos reflexionar sobre la necesidad de contar con este instrumento.
Cabe precisar que, según algunos datos del sector, el porcentaje de empresas familiares que alcanzan la segunda generación es de 30%, mientras que las que llegan a la tercera generación son el 15% y apenas el 4% logra estar vigente en la cuarta generación.