La decisión británica de excluir a la empresa china Huawei de su red 5G aumenta la presión sobre los países de la Unión Europea (UE) para que impongan más restricciones al mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo, justo en el momento en que la empresa está expandiendo su huella en toda Europa.
El primer ministro Boris Johnson anunció el martes la prohibición de Huawei en su red, frustrando a Pekín y complaciendo al mismo tiempo a Washington, que había empujado a Reino Unido a revertir la decisión de enero de otorgar a Huawei un papel limitado en su despliegue 5G.
El cambio de opinión se produce después de la indignación en Londres por la nueva ley de seguridad que ha impuesto China en Hong Kong y la percepción de que Pekín no ha dicho toda la verdad sobre el coronavirus. También se debe al impacto de las nuevas sanciones de Estados Unidos sobre la tecnología de los chips, que según Londres afecta a la capacidad de Huawei para seguir siendo un proveedor fiable.
Europa se encuentra ahora al frente y en el centro de la campaña de Estados Unidos para quitar poder a Huawei en las redes móviles de última generación.
Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, llegó a París el lunes para mantener tres días de conversaciones con sus homólogos de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. Washington ha dejado claro que las redes 5G están en la agenda.
La “caja de herramientas” de la UE necesita una revisión
En enero, la Unión Europea publicó una "caja de herramientas" de recomendaciones para sus 27 Estados miembros, diciendo que podían "restringir o excluir" a los llamados proveedores de 5G de alto riesgo, como Huawei, de las partes centrales de su red de telecomunicaciones.
Las recomendaciones no llegaron a introducir la prohibición solicitada por Estados Unidos; en varios países de la UE, Huawei sigue participando estrechamente tanto en las redes de 4G existentes como en el despliegue previsto de 5G, por ejemplo en Suecia, España, Austria y Hungría.
El jefe de la autoridad francesa de seguridad cibernética ha descartado la prohibición total de Huawei, y la alemana Deutsche Telekom, el mayor cliente de Huawei en Europa, ha argumentado firmemente en contra de cualquier prohibición total de los proveedores individuales.
Sin embargo, desde que la Comisión Europea publicó su caja de herramientas ha habido importantes acontecimientos geopolíticos, incluyendo la propagación de la enfermedad COVID-19 desde China, una diplomacia agresiva por parte de Pekín que ha enfadado a algunos Gobiernos de la UE, la imposición de la nueva ley de seguridad de China en Hong Kong y las sanciones a la tecnología de chips de Estados Unidos.
Un diplomático de alto rango de la UE dijo que algunos países estaban ahora preocupados de que las directrices de la Comisión no fueran lo suficientemente lejos como para limitar la dependencia de Huawei, y que la distinción entre 'núcleo', es decir, partes críticas de las redes 5G de las que Huawei debería ser excluido, y 'no núcleo' no era "tan robusta como pensábamos".
“Los Estados miembros de la UE parecen dudar cada vez más de Huawei”, dijo esta fuente. “La visión estándar se dirige a dar quizás un papel muy pequeño a Huawei [para 5G]”.