Los bancos se rehúsan cada vez más a prestar a empresas con insuficientes credenciales ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). (Foto: Pixabay)
Los bancos se rehúsan cada vez más a prestar a empresas con insuficientes credenciales ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). (Foto: Pixabay)

Desde tiempos inmemoriales, la inversión ha buscado convertir dinero en más dinero. No es un truco sencillo, de ahí los beneficios que perciben quienes lo hacen bien. La complejidad de escoger qué activos poseer —si renta variable de países ricos o bonos de países pobres, edificios de oficinas o futuros de jugo de naranja— contrasta con la simplicidad con que se juzga el éxito de esas inversiones: gana quien ha arriesgado menos para obtener más.