La ministra de la Producción, Rocío Barrios, anunció ayer en su cuenta personal de Twitter que “como parte del plan de reanudación gradual e incremental de las actividades económicas, se publicaron los protocolos sanitarios de operación ante el COVID-19, para el reinicio de las actividades de pesca industrial, el sector textil y confecciones, comercio electrónico y minería”.
Agregó que, semana a semana, se evaluará la inclusión de otras actividades, priorizando los resultados del sector salud y la seguridad de trabajadores y clientes.
La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) ha señalado que la industria pesquera está lista para iniciar la actividades una vez que arranque la nueva temporada luego de aprobar el protocolo sanitario.
De igual manera, hay compañías de los sectores minero, retail, construcción e inmobiliario que ya alistan la implementación de sus planes contra el COVID-19. Así lo comentó Oscar Saco, gerente de Negocios del Área de Certificaciones de SGS, compañía que certificó el protocolo de la SNP.
"Hay sectores que han reaccionado antes que otros porque no han dejado de operar. Son los que han estado permitidos bajo la ley", explica sobre la velocidad de implementación de los protocolos.
-Brevedad-
Saco explica que existen tres tipos de protocolos. En primer lugar está el del Ministerio de Salud (Minsa), que es una especie de paraguas compuesto por reglas generales que todas las empresas tienen que cumplir independientemente del sector al que pertenezca.
El segundo nivel de protocolos es el sectorial, que lo determina cada ministerio. Finalmente, cada empresa tiene su propio protocolo que cumple con el del Minsa y con el específico del sector.
"Cada compañía tiene evidentemente protocolos y procedimientos específicos en función de sus necesidades", señala Saco.
¿Qué tan difícil es implementar un protocolo? Esta situación ha obligado a las empresas a ser muy ágiles y por ello es que implementarlos puede tomar "apenas unos cuantos días", afirma.
Saco remarca que no existe un proceso que garantice al 100% la inexistencia de casos de COVID-19 en las empresas. "Pero sí se puede reducir la probabilidad de contagio".
Destaca que es importante la trazabilidad. Para ello, SGS ha desarrollado la app Health Track, donde los empleados declaran diariamente si es que tienen alcohol gel, mascarillas adeucadas, si conocen los protocolos de la empresa o han estado en contacto con alguien diagnosticado como enfermo de COVID-19.
Saco advierte que, si bien implementar los protocolos es simple, las principales dificultades que enfrentan las empresas al momento de aterrizarlos, a partir de la experiencia de los clientes de SGS, son la adquisición de equipos de protección personal (EPP) y de pruebas serológicas rápidas, que debido a la elevada demanda y dificultad para comprarlas complican la puesta en marcha de los planes.