La guerra abierta entre la eléctrica Neonergía, subsidiaria de Iberdrola, y la italiana Enel por el control de Eletropaulo se ha recrudecido en los últimos días con una cruzada de opas entre los dos gigantes del sector eléctrico cuyo desenlace podría conocerse en una subasta el próximo 18 de mayo.
La puja por el liderazgo internacional entre Iberdrola y Enel, las dos mayores eléctricas europeas, se ha trasladado ahora al gigante latinoamericano y concretamente a Eletropaulo, la joya de la corona del sector de la distribución de energía en Brasil.
Enel y Neoenergía mantienen desde hace semanas un duro pulso por Eletropaulo, el cual comenzó con una oferta primaria de acciones acordada con la filial de Iberdrola y que acabó en una disputada de opas.
Eletropaulo y Neoenergia alcanzaron el pasado 16 de abril un acuerdo de inversión que garantizaba a la compañía paulista la suscripción de una ampliación de capital por 1,500 millones de reales (unos US$ 434 millones) y el compromiso de lanzar una opa al mismo precio al que se garantiza la ampliación de capital.
Iberdrola se dijo dispuesta a pagar 25.51 reales (unos US$ 7.3) por cada acción ordinaria de Eletropaulo, la mayor distribuidora de energía de Brasil en facturación y responsable por abastecer la región metropolitana de Sao Paulo, la mayor ciudad del país.
En el proceso para la oferta primaria de acciones también presentaron sus propuestas la brasileña Energisa y Enel.
Pocas horas después del acuerdo entre consejo de administración de Eletropaulo y Neoenergía, Enel entró con una opa hostil y se propuso a través de una oferta secundaria de acciones adquirir la totalidad de los títulos ordinarios (con derecho a voto) de Eletropaulo por 28 reales (unos US$ 8.1) cada título.
Neoenergía contraatacó días después y aceptó elevar la oferta de esta empresa por cada papel ordinario de Eletropaulo hasta 29.40 reales (unos US$ 8.5), con la condición de adquirir al menos la mitad más uno de los títulos, es decir el control accionarial.
En medio de la acérrima batalla, Enel fue un paso más lejos y el pasado domingo publicó una carta a través de grandes medios de comunicación para pedir que se suspenda la oferta primaria de acciones, que acabó en manos de Neoenergía.
La publicación de la carta a los administradores y accionistas a través de medios de comunicación es un hecho poco común y que elevó la tensión en la disputa.
Además, la italiana se comprometió a hacer un aporte de capital hasta 1,500 millones de reales en caso de que la concesionaria no se venda antes del 18 de mayo y dijo que la continuación de la oferta primaria "perjudican una competición transparente que garantice la equidad a todos los competidores".
Un día después, Eletropaulo, a través de un comunicado enviado al mercado, cuestionó los argumentos de Enel y recordó que en la oferta primaria de acciones también presentaron sus propuestas Energisa y el grupo italiano.
Según Eletropaulo, Enel "formuló una propuesta similar" durante la oferta primaria, pero sus "términos y condiciones fueron menos ventajosos".
De esa forma, Eletropaulo mantuvo el acuerdo de oferta primaria de acciones suscrito con Neoenergía, cuya conclusión debería definirse en los próximos días, aunque también siguió adelante con la subasta para el día 18 marcada por Comisión de Valores Mobiliarios.
"Era previsible que un activo de esa calidad fuese disputado a ese nivel. No me sorprende", dijo a Efe Alexandre Montes, de la consultora brasileña de inversiones Lopes Filho, quien no descartó nuevas propuestas por el control de la compañía.
En la intensa puja por Eletropaulo está en juego el liderazgo de del sector de la distribución en Brasil, que ostenta actualmente, en términos de volumen, CPFL Energía, controlada por la china State Grid. Neoenergía, por su parte, lidera como distribuidora pero en número de clientes.