Más allá de las propuestas de modificación del Impuesto a la Renta a las personas naturales y jurídicas, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Pedro Francke, ha puesto ‘literalmente’ el ojo al Impuesto al Patrimonio Vehicular (IPV), dentro del pedido de delegaciones de facultades en materia tributaria, financiera y de reactivación económica enviado al Congreso de la República.
Así, durante una conferencia realizada el último jueves, Francke señaló, por ejemplo, que pueden haber “tasas progresivas (para los vehículos), si tienes un carro que vale US$ 150,000 o US$ 200,000, yo veo carros en la calle que me pican el ojo y me hincan el hígado, podrían pagar un poquito más”, dijo. Las declaraciones fueron replicadas en todas las redes sociales.
En detalle, el primer punto que plantea el ministro -con el objetivo además de elevar la recaudación a favor de las Municipalidades-, es establecer una escala de alícuotas progresivas del impuesto, de acuerdo al valor referencial del vehículo. En sencillo, según explica el abogado tributarista Jorge Manini “es aplicar una tasa más elevada, por tramos, sobre un patrimonio, en este casi, un vehículo de alta gama”.
Pero la propuesta podría tener efectos negativos más que positivos. Primero, según Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), un impuesto más alto afectaría más al magro desempeño del sector de autos de lujos, ya impactados desde el 2018 cuando el Gobierno decidió aumentar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a la importación de vehículos nuevos. “Originó la contracción de este mercado en cerca de 12% ese año”, dijo.
En el 2020, el mercado de autos de lujo, que emplea a más de 4,000 peruanos, se redujo en 40% (ver cuadro) producto también de la pandemia. Para este 2021, se prevé un rebote, pero aún 30% por debajo de los niveles observados en prepandemia. Mientras que para el 2022, podría registrar una caída -otra vez- de 10%, explicado por los altos costos de flete y la incertidumbre por la pandemia. “Y la situación podría agravarse si se aumentan más impuestos”.
“Cualquier esquema tributario que se establezca debe tener como objetivo incentivar la compra de vehículos nuevos porque así se reduce la contaminación y alienta la modernización del parque automotor. La subida del ISC en el 2018 es un buen ejemplo de que no todas las medidas terminan beneficiando a la ciudadanía porque hay otros elementos de la economía que terminan moviéndose. Entonces hay que ver todo el ecosistema del mercado automotor, que es una fuente de trabajo formal importante”, subrayó Morisaki.
Justamente, Manini también se pregunta si la medida podría resultar contradictoria para los fines del gobierno de reducir en 40% las emisiones de CO2 para el 2050. “Estás gravando más a los vehículos nuevos que cuentan con tecnologías más limpias liberando a los vehículos antiguos más contaminantes. Es absurdo”, mencionó.
Ampliar base del IPV
Con las medidas tributarias municipales, el MEF busca establecer el marco normativo necesario para el crecimiento de la recaudación de tributos municipales y mejorar su capacidad de gestión. En esa línea, un segundo punto es ampliar la base tributaria del IPV, incorporando la propiedad de los remolcadores o tracto camiones, que a la fecha no estaban incluidos.
Y en el caso del Impuesto a las Embarcaciones de Recreo o yates, Francke explicó que “hay un régimen de admisión temporal que permite eludir el impuesto cosa que no nos parece adecuado, quien tiene un yate puede aportar al Perú”, declaró.
Concretamente se pretende modificar la base imponible, asumiendo una depreciación lineal con una tasa de 10%, y se harán ajustes al régimen de admisión temporal para embarcaciones que ingresan con fines turísticos.
Por último, también se ha propuesto una tasa de 0% del IPV en caso de hurto, robo o pérdida total del vehículo y eliminar la inafectación al impuesto de las personas jurídicas propietarias de vehículos que no forman parte de su activo fijo, cuando se haya cedido el uso de dichos bienes con reserva de propiedad. Lo que significa que la obligación tributaria seguirá vigente, de forma temporal, pero con una tasa de 0%, hasta que se logre desaparecer ese patrimonio del registro vehicular, explicó Manini.
“Si bien la idea es aumentar los recursos a favor de las más de 1,800 municipalidades, se tendría que mirar con detenimiento si una municipalidad en Chota, por ejemplo, podrá recaudar más por vehículos de alta gama, u otras municipalidades, por el tema de yates; es decir, ¿se solucionará el problema de recaudación con estas medidas? Hoy el gran problema es que hay una alta tasa de incumplimiento en el impuesto predial, por ejemplo, que se debe mirar”, dijo el tributarista.
Dato
- En el primer semestre del 2020, la recaudación de impuestos municipales disminuyó en 35.3% en términos reales respecto a similar período del 2019. Sin embargo, la recaudación viene recuperándose en el presente año, con un crecimiento real de 49.4% en el primer semestre respecto a similar período del 2020, según datos del MEF.