Las empresas habían cedido tras enfrentarse a fuertes críticas de las autoridades por su incumplimiento. (Foto: Reuters / Florence Lo)
Las empresas habían cedido tras enfrentarse a fuertes críticas de las autoridades por su incumplimiento. (Foto: Reuters / Florence Lo)

levantó la congelación de nueve meses de las licencias de juego después de que las empresas, entre ellas la líder del sector Tencent, hicieron importantes ajustes en sus prácticas comerciales y debido a las repercusiones económicas de la prohibición, dijeron fuentes del sector y analistas.

En agosto, el organismo de control del mercado de los videojuegos, que asciende a US$ 47,000 millones y es el mayor del mundo, dejó de conceder licencias de publicación, fundamentales para rentabilizar los juegos, a raíz de las medidas drásticas que frenaron el tiempo de juego de los menores. Esa paralización se levantó el lunes, cuando se concedieron licencias a 45 juegos.

Fuentes y analistas afirmaron que, aunque el momento de la flexibilización fue inesperado, las empresas habían cedido tras enfrentarse a fuertes críticas de las autoridades por su incumplimiento.

“La normativa esta vez es sin duda la más estricta que ha habido. Todas las empresas tienen miedo de incumplirla”, manifestó Chenyu Cui, analista principal de la empresa de análisis Omdia.

Una fuente de un estudio de desarrollo de videojuegos, en el que Tencent Holdings es uno de los principales accionistas, dijo que Tencent le pidió que eliminara las palabras en inglés de su juego, que evitara el color rojo y que suprimiera palabras como “disparo a la cabeza” o “muerte” para cumplir con la normativa.

Además, el estudio retrasó el lanzamiento internacional del título por temor a que se considerara que estaba eludiendo las normas chinas, dijo la fuente, que declinó ser nombrada porque no está autorizada a hablar con los medios de comunicación.

Durante una congelación similar de licencias en el 2018, algunos proyectos optaron por lanzar sus juegos -entre ellos Bladed Fury e Iris.Fall, de Tencent- en el extranjero, a la espera de que se resolviera la situación nacional. Tencent declinó hacer comentarios.

Los reguladores chinos también han sido proactivos a la hora de garantizar el cumplimiento de la normativa en un sector que los medios de comunicación estatales denominaron en su día “opio espiritual”.

Dos fuentes afirmaron que, durante la suspensión, las empresas pudieron seguir presentando juegos para su aprobación y recibieron información periódica sobre los cambios necesarios en sus contenidos o características de monetización.

En setiembre, una asociación de juegos respaldada por el Estado organizó un programa de formación para desarrolladores en el que se insistió en que los juegos debían destacar “un conjunto correcto de valores” y no podían contener ningún elemento violento o religioso, según una nota vista por Reuters.

Daniel Ahmad, analista principal de Niko Partners, señaló que más de 5,000 empresas de juegos estaban ahora conectadas al sistema nacional contra la adicción, numerosas empresas han hecho cambios en el contenido de los juegos y las que no cumplían han sido investigadas y multadas por los reguladores pertinentes. “Las preocupaciones se han abordado adecuadamente”, dijo.

Tencent, su par más pequeño NetEase y más de 200 empresas más se comprometieron en setiembre a autorregularse para combatir la adicción a los juegos.