La compañía chilena FT Capital, con operaciones de factoring en el país, no fue ajena a los impactos del COVID-19 en el Perú. Sin embargo, se tienen mejores resultados en los últimos meses.
En ese sentido, la clasificadora de riesgo Apoyo & Asociados (A&A) ubicó en estable su perspectiva en su último reporte de noviembre.
El informe señala que en el primer semestre del 2020 se registró una desaceleración en el sistema de factoring en el mercado peruano -producto de las implicancias del coronavirus- en tanto, FT Capital reportó una reducción significativa de cartera de cuentas por cobrar comerciales a junio 2020, con un stock de S/ 43.4 millones.
Este resultado, señala, se debió a las medidas restrictivas del Gobierno que paralizaron muchas de las actividades económicas que impactaron directamente las operaciones de los clientes de FT Capital.
De esta manera, el reporte señala que se encontró dos principales limitantes a esta clasificación de riesgo.
Factor pyme
La primera de ellas, señala el documento, se debe al riesgo Intrínseco del segmento pequeña y mediana empresa (Pyme).
Se precisa que el segmento presenta mayor exposición relativa al riesgo crediticio dada su mayor sensibilidad a los ciclos económicos y los elevados niveles de informalidad que presenta el mercado peruano, especialmente en empresas de menor tamaño. En tal sentido, A&A observó que históricamente, un incremento sistémico de los niveles de morosidad se evidencia más notoria y aceleradamente en los créditos a pymes.
“Así, por ejemplo, en el contexto de la Emergencia Nacional por COVID-19, se observó que medianas y grandes empresas se vieron en la necesidad de renegociar y prorrogar el plazo de pago a proveedores (PYMEs, en su mayoría). En la medida que FT Capital dirige sus operaciones de factoring a este segmento, la clasificación otorgada será sensible a cambios en la coyuntura económica”, señala el reporte.
La segunda limitante está vinculada al entorno operativo y de negocios desafiante. Según se indica, en el 2020, la economía peruana y la situación financiera de ciertos sectores económicos se vio fuertemente impactada por los efectos de la pandemia del COVID-19.
“Esto se reflejó principalmente durante el primer semestre en una significativa menor actividad financiera, un incremento de la mora y una menor rentabilidad. En el segundo semestre se observó un leve recupero de la economía con la reapertura progresiva de las actividades y comercios”, señala.
Ello se suma al soporte del Gobierno al Sistema Financiero a través del Fondo Crecer, permitieron reactivar el crecimiento de los créditos, así como de las colocaciones de factoring.
Se mantiene incertidumbre
Para el 2021 la recuperación de la economía se ha visto impactada por una segunda ola de contagios en el primer trimestre del año, que llevó a implementar cuarentenas focalizadas, así como por el ruido político por las elecciones presidenciales.
Agrega que actualmente, la incertidumbre se mantiene principalmente por el riesgo político y económico asociado al nuevo gobierno de perfil controlista y, en menor medida, por una posible tercera ola de contagios.
De igual manera, el informe de la clasificadora señala que no esperaría que se produjera un ajuste en el rating de manera positiva en el mediano plazo.
Agregó que existe un potencial de crecimiento en el mercado de factoring en el país, debido a su baja penetración. De acuerdos a datos de APEFAC, en el Perú las operaciones de factoring representan al rededor de 2.5% del PBI, cifra inferior a las otras economías donde la tasa se ubica entre el 8% y 14%.