En plena pandemia, el comercio internacional se vio seriamente afectado no solo por los altos costos que implicaba el transporte de mercancías, sino también por el cierre de mercados claves para diferentes actividades económicas.
Este es el caso de Europa y Asia, donde se ubican compradores importantes para el sector langostinero peruano, el cual durante esta etapa afrontó una caída fuerte del precio del producto. “El langostino entonces tuvo que direccionarse al mercado interno”, agregó el gerente de la Sociedad Nacional de Acuicultura (SNA), Tulio Merino.
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Hasta entonces, la participación que tenía el mercado local en la compra del recurso era de un 5% frente al 95% que representaban los envíos al exterior. De este modo, a la llegada del COVID-19, el consumo interno se incrementó y aunque hoy no se mantienen los niveles del 2020, la tendencia sigue siendo mayor que la que se ostentaba en el 2019.
“Hoy consideramos que el mercado interno pasó de una representación de 5% a 15%, lo que viene siendo impulsado por plantas de procesamiento que adquieren el producto de los acuicultores para, con un valor agregado, colocarlo en los supermercados”, explicó el representante.
Según el ejecutivo, estas empresas que, además, procesan conchas de abanico, pota, entre otras especies, presentan el langostino en condición de envasado al vacío o congelado, en diferentes cortes. No obstante, en el mercado peruano también surge la competencia del langostino de Vietnam y de Ecuador, posicionados de igual modo en el sector retail.
“También está el consumo doméstico, a través de la venta en mercados como el de Ventanilla”, anotó Merino.
Mercados y precios
El representante de SNA indicó que en el mercado internacional el kilogramo de langostino se cotiza en un costo promedio de US$ 6.5 o US$ 7, sujeto a la talla de la especie. Este valor hoy estaría debajo de los precios del 2019, cuando el producto costaba un promedio de US$ 7.50 u US$ 8 el kilo.
Y es que la representación que tiene nuestro país con una producción de cerca de 40 mil toneladas al año es incipiente al lado de productores mayores como la India, Vietnam o Ecuador.
“Nosotros no movemos el mercado, son otros países los que lo hacen; por ello, debemos de hacer los esfuerzos de buscar los mejores precios para que la actividad sea rentable”, remarcó.
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En contraparte, el precio en el mercado local sí es mayor. En nuestro país, el valor promedio por kilogramo es de S/ 30 a S/ 32. “Esta diferencia de S/ 2 o S/ 3 es atractiva por volumen”, añadió Merino.
Pese a ello, la demanda del Perú sigue siendo pequeña para la oferta que genera el sector, lo que empuja a los acuicultores a continuar en la búsqueda de destinos con precios rentables.
Las exportaciones de langostino peruano hoy se destinan en un 40% a Estados Unidos; 30% a China; seguido de Corea; España y también de envíos menores a Canadá, Japón y algunos países de Centroamérica.
Sin embargo, el objetivo es desarrollar mercados potenciales como Singapur y Taiwán, este último con un estimado de demanda de 10 mil toneladas por año, según Merino.
“Taiwán ofrece buenos precios, pero no somos atractivos para ellos porque tienen que pagar un 20% adicional por el arancel. Ya hemos expuesto el interés de que se pueda renegociar ese TLC, pero sabemos que es complicado porque involucra otros temas”, sostuvo.
El cultivo de langostinos se concentra, principalmente, en la región Tumbes; le sigue Piura en menor proporción.
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