Si bien ilustrar o dibujar puede ser un pasatiempo para algunos, otras personas decidieron rentabilizar sus creaciones y hacer de su arte una marca. Gestión conversó con cuatro ilustradores peruanos: Ximena Collado (Ximeco), Julio Ishiyama (Wandertaku), Rosa Charaja (Unicornio Azul) y Rocío Diestra sobre los retos de avanzar en el mundo del dibujo y posicionarse como creadores.
Cada uno de ellos, maneja un estilo diferente. Ishiyama explora un estilo libre y a veces irreverente: “Trato siempre de darle una mirada distinta a cosas que para muchos pueden parecer ordinarias, esa mirada curiosa y esas ganas de explorar y reinterpretar, es algo que me ha motivado desde siempre”.
Charaja refleja su desarrollo como persona y como mujer: “Ha sido un proceso en descubrir, aprender, sanar, y son procesos que he decidido reflejar en mis ilustraciones. Además, pertenezco a grupos como el feminismo y la comunidad LGBTIQ+ por lo que siempre he intentado iniciar una conversación con mis ilustraciones sobre lo referido”.
Collado tiene un estilo que nació como contraposición a la ilustración de “moda tradicional que utiliza siempre personajes esbeltos y pequeños”: “Quería utilizar la figura de la mujer como un elemento imponente pero igual de divertido y glamoroso así que decidí hacer cuerpos exageradamente grandes, creando un espectro donde las espectadoras podamos encajar. Los temas que toco incluyen empoderamiento, body-positive, peruanidad y cultura pop”.
Y Diestra prefiere calificar su estilo -como alguna vez se lo hicieron notar en una entrevista- como “naif”: “Aunque ahora tengo un estilo más sofisticado porque ya tengo más años dibujando profesionalmente, creo que para mis cómics sigo dibujando de una manera más infantil. Porque siento que la poca complejidad de mi trazo hace sentir a mis seguidores que dibujar no es tan difícil y les da ganas de agarrar un lápiz; y porque para mí lo más importante es el mensaje, no la gráfica, y eso me permite no obsesionarme con perfección y comunicarme más libremente. La mayoría de ilustraciones y comics se centran en el amor en todas sus facetas y la cotidianidad”.
Siendo completamente diferentes en lo que quieren expresar a través de su arte, los cuatro tienen algo en común: crearon una marca con sus ilustraciones. ¿Cómo llegaron a este punto?
“Ximeco” destaca dos aspectos claves en este proceso: tener un estilo muy definido y constante; y mostrar qué hay detrás de los dibujos: “yo como ser humano”, cuando se trata de redes sociales.
“Unicornio Azul” inició descubriendo artistas de otros países que ya realizaban merchandising con sus propias creaciones o abrían comisiones para realizar ilustraciones personalizadas. “Son pasos que para un artista en un país como Perú asustan un poco, pero creo que si logras investigar sobre tu mercado, darte cuenta lo que le gusta a las personas que te siguen, puedes lograr hacer un trabajo sostenible con tus ilustraciones, creando incluso para grandes empresas y en campañas”, refiere.
Rocio Diestra subraya dos puntos: la historia y las expresiones en los personajes. “Como artista es muy importante diferenciarte, tal vez lo tuyo sea un gran manejo de colores brillantes, o dibujas unos paisajes increíbles o tu arte es súper geométrico. Encontrar lo que te diferencia y explotarlo es la clave para tener una marca personal que haga que los clientes te busquen”, cuenta.
“Wandertaku” dio el salto a través de la red social Instagram, lo que le permitió tener exposición y lograr que marcas se fijen en su arte. “En base a ello pude empezar a cobrar por mi trabajo como ilustrador. Es un camino de harto trabajo, pero con harta recompensa también”, destaca.
-Cómo valorar la ilustración-
Una de las preguntas que pueden surgir cuando se va a dar un primer paso para dedicarse a la ilustración es: ¿cómo valorar -económicamente- la propuesta a realizar?
Hay diferentes factores que pueden influir. Por ejemplo, Ishiyama considera que la valoración puede variar mucho dependiendo del artista: si es conocido o rankeado respecto de aquellos que recién están empezando; pero hay otros puntos a considerar, que van de acuerdo al proyecto: el formato en donde vivirá -si es digital o impreso-, la cantidad de reproducción de la obra, el tiempo con el cual el cliente contará con el derecho de uso, etcétera.
A esto, se suman otras consideraciones -dice Charaja-, como la técnica, el tiempo que se utiliza para poder invertir en esa ilustración, los materiales, y los conocimientos del artista. “Usualmente son los indicadores más importantes para ponerle un precio a tu trabajo”, menciona.
“Como con cualquier servicio o producto, el valor está en la solución o retorno que crees para una persona o un negocio. Las empresas están comenzando a ver que la ilustración genera un valor agregado a sus productos y experiencias y están pagando más por ello. Además, está surgiendo la figura de la “colaboración” donde el ilustrador aparece como personaje y no sólo como “proveedor anónimo” lo cual puede generar más difusión, reconocimiento y al final más ventas”, añade Ximena Collado.
Diestra agrega un punto fundamental: “siento que en Perú la ilustración no está tan valorada como debería, y esto es aún más complicado para los ilustradores nuevos”. En su caso, por ejemplo, ella actualmente vive íntegramente de la ilustración, pero -comenta- hace 4 años eso hubiese sido imposible. “Al menos en los último años ha habido un cambio positivo y he podido ver cómo marcas grandes apuestan por ilustradores nuevos, pero aún falta mejorar la compensación económica”, anota.
-Empresas y colaboraciones-
Si bien cada empresa tiene su propia estrategia para posicionar su producto o servicio, no es exagerado mencionar que las ilustraciones son parte fundamental. Y por supuesto los ilustradores tienen un campo importante en este escenario.
“Todas las formas de comunicar se han expandido gracias a la rapidez del internet y lo difícil que es captar la atención de las personas hoy en día. La ilustración es una herramienta que se usa desde que inició la publicidad y lo que sorprende es que siga vigente y no haya sido desplazada completamente por nuevos formatos, sino que se ha transformado y evolucionado. Al final, siempre será una forma de comunicar que conecta con las personas y da un aporte artístico”, destaca Collado.
Ishiyama también resalta el poder de las redes como plataformas/vitrina que ayudan a ilustradores emergentes a poder mostrar su trabajo, mientras que -por otro lado- “las marcas buscan lograr autenticidad cada día más y el contar con estilos tan propios de ilustradores los ayuda a diferenciarse y a conectar con un target tal vez más joven”, remarca.
De hecho, en el mismo sentido, para Diestra, cada vez más empresas están viendo el valor que aportan las ilustraciones ya sea en campañas o para productos digitales.
Pero, cómo se logra una colaboración con marcas. “Ximeco” explica que normalmente la marca tiene una campaña o producto en mente y se contacta con el artista que mejor se ajuste a su brief, en términos de concepto y presupuesto. Aquí pueden intervenir -anota- agencias (de parte de la marca o del artista) y se construye un contrato para el proyecto (con fechas, costos, entregables, derechos, etcétera), luego parte el proceso creativo y de ejecución donde participan ambos lados, hasta que se entrega el proyecto.
“Unicornio Azul” agrega que se trata de un proceso en el que tanto la marca como el ilustrador tienen que buscar un punto en común en el cual tanto el trabajo de la marca como el trabajo del artista se vean bien funcionado. “Que exprese el artista lo que la marca quiere decir, lo que representa, pero sin perder la esencia del artista”, dice.
En la misma línea, “Wandertaku” comenta que -desde su experiencia- se tiene que involucrar al cliente, es decir, tiene que sentirse que es una colaboración 50/50. “Yo trato de llevar un proceso progresivo en donde incluso “pimponeo” ideas en la fase inicial. De esta manera, el cliente o la marca va a sentir que el proyecto es tanto suyo como mío”, detalla.
Y aunque no siempre sucede, Ishiyama indica que para hablar de “colaboración” se debe empujar a que el nivel de involucramiento con el proyecto sea lo más balanceado por ambos lados. “La figura de: yo cliente tengo la razón porque te pago y tu vas a hacer lo que yo diga, es una figura que (felizmente) se ve cada vez menos”, puntualiza.
Diestra explica que el proceso puede ser algo complicado. Cuenta que las marcas o las agencias encardas de la campaña son quienes se acercan a los artistas, seleccionan una lista de artistas con quienes les interesa trabajar y les solicitan un presupuesto. Rara vez se acercan con un presupuesto definido, así que para muchos artistas nuevos esta es la parte más complicada.
“Una vez revisadas las cotizaciones se termina de definir al o los artistas con quienes harán la colaboración y se tiene una reunión para definir los alcances del proyecto. Luego se produce la pieza a lo largo de un plazo estipulado donde siempre hay idas y venidas y revisiones y finalmente se entrega el proyecto terminado. Muchas veces cuando las marcas colaboran con artistas también los incluyen en las campañas. Se publicita tanto al producto intervenido como al artista. Esto siempre es un plus porque como ilustrador te ayuda a tener más reconocimiento”, resalta.
-Un siguiente paso-
Ishiyama cuenta que su acercamiento con la ilustración se “formalizó” cuando estudió diseño gráfico y tenía algunos cursos relacionados. Pero incluso es posible ir más atrás. En el caso de Charaja, su madre le leía cuentos cuando era niña y luego le pedía que dibuje lo que más le gusto de la historia. Collado recuerda que “desde siempre” su madre empapelaba las paredes del departamento para que pueda dibujar libremente y su padre le prestaba sus materiales de arte -aunque es recién en el 2018 cuando unió su pasión por la moda y sus skills de dibujo. Y, Diestra narra que si bien ha dibujado “toda su vida”, cuando las compartió en redes sociales fue el inicio de las oportunidades en el sector.
Y si bien estos recuerdos son los pilares, los tres ilustradores saben que con el pasar de los años este arte ha ido evolucionando. ¿Qué esperan hacia adelante?
Wandertaku: Las marcas han encontrado en las colaboraciones con artistas, una manera original de llegar a su público, en donde se cruzan estas miradas empresa/creatividad y surgen cosas inesperadas y sorprendentes. Lo que tocaría es cómo los artistas podemos empezar a hacernos notar, tomar una posición más proactiva para no esperar sentados a que las marcas nos llamen. Yo propongo un montón, si tengo una idea, trato de ver con qué marca podría funcionar y literal voy y les toco la puerta, de las 100 que tocas, al menos una se abrirá, así que todo bien.
Unicornio azul: La ilustración puede utilizarse en muchos ámbitos, y eso he descubierto en los últimos años. En los últimos años fui parte de proyectos de ilustración editorial, proyectos creativos de comerciales, activaciones con murales tanto interiores como exteriores, para grandes y pequeñas marcas. Se puede apuntar a ilustración publicitaria, las historietas, tiras cómicas, creación de personajos y más. El arte y la ilustración tiene muchísimas posibilidades.
Ximeco: Me gustaría ver más eventos para ilustradores y colaboraciones en distintas regiones. Una figura importante que está surgiendo es la de agencia de representación de artistas e ilustradores, esto nos ayuda a profesionalizar y formalizar mucho más el mercado y las colaboraciones que se dan, y ojalá a generar oportunidades internacionales.
Diestra: Como ilustrador puedes hacer muchas cosas aparte de trabajar con marcas. Puedes hacer tu propia marca de productos intervenidos con tu arte, aunque conseguir proveedores confiables siempre es complicado. Puedes hacer talleres si tienes habilidades para enseñar. Hay ilustradores que se vuelven influencers. Creo que como es algo a lo que recién se le está prestando atención en el país aún no hemos visto todas las puertas que puede abrirte una carrera en ilustración.
-Avances en la era digital-
Lo digital avanza sin piedad. De hecho, recordó Ishiyama, actualmente se habla mucho de los NFT (non fungible token) sobre los que ya ilustradores peruanos están invirtiendo tiempo en proyectos relacionados.
“Actualmente estoy en conversaciones con gente que conoce del tema para desarrollar un proyecto, pero es un campo un poco difícil de entender y que (hasta donde sé) poco tiene que ver con el artista en sí sino más bien, con todo el equipo que está detrás y la comunidad que puedas crear que finalmente serán quienes compren tus obras”, destaca.
Por otro lado, comenta que ve un futuro cada vez más colaborativo no solo entre ilustradores y marcas sino entre ilustradores con ilustradores e ilustradores con gente de distintos perfiles.
Para Diestra, los NFTs considera que es un tema muy controversial porque “mas allá del tema ambiental, el principal problema es que se vende como algo que ayuda a los artistas a vivir de su arte y no siempre es así”. “Varias de las colecciones más conocidas de NFTs no son de artistas y hay muchos casos de gente que vende colecciones con arte bajado de internet, sin pagarle un dólar al artista original”. Aún así, no cierra la puerta a incursionar en NFTs.
Pero en general, menciona que hacia adelante probablemente se apuntará con la priorización del formato video en todas las redes sociales. “En un futuro cercano más ilustradores empezarán a entrar a la animación. Con esta priorización más ilustradores empezarán a entrar a la animación”, dice.
Charaja agregó que el arte digital ha existido desde mucho antes, pero que hoy se está uniendo y fusionando muy bien con plataformas como Tiktok, que incluso están ayudando a crecer en el mundo digital a creadores, y mostrando sus creaciones. “Es una nueva forma de abrirle paso a los ilustradores y en general a los artistas”, dice.
Y, para Collado, “definitivamente se valorará mucho más la animación, la realidad aumentada y el 3D”.
-Datos: Consejos-
Ximena Collado: “Encontrar tu voz y tu propósito, y que tu trabajo lo siga. Pero para llegar a eso hay mucho que aprender y experimentar, así que sentirse perdido es igual de importante, disfruta del camino y no dejes de dibujar”.
Julio Ishiyama: “No importa cuanto talento tengas, si no muestras tu trabajo, nadie lo podrá ver y por ende nadie te llamará. Así que no tengan miedo de mostrarte. Por otro lado, ten un punto de vista claro, adopta una postura que será tu esencia como artista. Sin esto, puede que termines haciendo cosas muy parecidas a lo que ya hay. Por qué encajar, ¡cuando puedes destacar!”.
Rosa Charaja: “Más que el talento de una persona, que es algo que usualmente una persona atribuye a los artistas, es la práctica, ponerse objetivos, decidirse por mejorar todos los días, no rendirse aunque se esté estancado en algo. Existe el bloqueo creativo, el bloqueo artístico. La vida de un ilustrador, en su desarrollo tiene subidas y bajadas. No dejarse parar por eso. Nunca detenerse, buscar más opciones, aprender más”.
Rocío Diestra: “Al inicio todos comenzamos copiando a los artistas que nos gusta, mi recomendación para aquellos que eventualmente quisieran hacer ilustración de manera profesional es que no publiquen piezas demasiado inspiradas en el arte de otras personas porque no están mostrándoles a su audiencia cuál es su estilo personal. Las redes sociales siempre juegan un rol muy importante así que es importante transmitir tu esencia en todo lo que publiques. Explora de manera interna qué es lo que quieres transmitir con tu arte, cual será el mensaje prevalente en la mayoría de tus piezas y luego analiza cuál será el look and feel. Una vez que decidas tu mensaje y tu estilo explora dentro de ellos. A la par de mover tus redes también arma un portafolio, puede ser un PDF multipágina que luego subas a Behance. Y con eso puedes comenzar a buscar clientes, siempre recomiendo comenzar con algo simple como ofrecer ilustraciones para las redes de marcas nuevas, se puede generar una buena sinergia ahí”.
**Imágenes tomadas del propio Instagram público de los artistas.