La tecnológica china Huawei venderá su negocio de servidores basados en chips de Intel ante el impacto de las sanciones estadounidenses, según el portal de noticias económicas Yicai.
Ese medio, que cita a fuentes anónimas cercanas a la compañía, apunta que Huawei venderá esa rama a diversos inversores, entre ellos “fondos industriales, fondos soberanos, gigantes de internet y bancos”, aunque por el momento no ha trascendido la identidad de ninguno de ellos.
Huawei, a la que las sanciones impiden el acceso a ciertos componentes clave que necesita para fabricar su ‘hardware’ de computación, seguirá operando sus negocios de servidores que usan sus chips Kunpeng, de fabricación propia.
Mientras tanto, ya ha puesto la “lucrativa” rama de servidores basados en procesadores X86 de la empresa estadounidense Intel a nombre de una subsidiaria recientemente creada, Henan Super Fusion Technology, un “primer paso” ante los cambios que se producirán a medida que vayan llegando nuevos inversores, según la fuente de Yicai.
Los servidores Intel llegaron a proporcionar a Huawei hasta unos 40,000 millones de yuanes (US$ 6,260 millones, 5,400 millones de euros) anuales.
Las sanciones impuestas por Washington, que la considera un peligro para la seguridad nacional por sus supuestos vínculos con la inteligencia china, no solo han provocado que ya no pueda utilizar el sistema operativo Android -ante lo que ha respondido desarrollando su alternativa propia, HarmonyOS-, sino que también le ha restringido la adquisición de chips avanzados.
La posible venta, todavía no confirmada por la tecnológica, de su negocio de servidores basados en procesadores X86, no sería la primera vez en que Huawei se deshace de parte de sus negocios para que puedan evitar el impacto de las sanciones estadounidenses.
El año pasado, Huawei vendió su filial de bajo coste Honor a un consorcio liderado por una compañía estatal para “salvar su cadena industrial”, y desde entonces la escisión ha conseguido en China la tercera mayor cuota de mercado (18%) en el sector de los teléfonos inteligentes, según datos de la consultora Canalys.