María Claudia Medina
Debido a la pandemia, las motos eléctricas y otros Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que no utilizan combustible, como los scooters y bicicletas eléctricas, se han vuelto una alternativa con alta demanda, señaló el gerente comercial de GreenLine, Gino Ataurima.
No obstante, advirtió que en los últimos cuatro meses también se han dado casos de compra a través de canales informales.
“Encontramos en el mercado algunas ofertas extrañas que nos indican una comercialización informal. Lo recomendable sería que el usuario adquiera su vehículo en una firma que le brinde garantías. En internet se puede comprar directamente, pero no siempre es como el usuario lo ve en las fotos, además no tienen garantía, soportes o repuestos”, explicó.
Comentó que han observado esta situación por las consultas que reciben en sus servicios de soporte, de parte de clientes que han hecho compras directas sin tener mucha experiencia o que las adquieren de terceros.
Crecimiento y dificultades
GreenLine opera en el Perú desde el 2017, pero recién este año, debido a la necesidad por medios de transporte más seguros, han sentido un verdadero despegue de las ventas en motos eléctricas. En los últimos meses, incluso han tenido clientes en lista de espera.
“Anteriormente traíamos dos contenedores mensuales y en los dos últimos meses hemos descargado 40 contenedores. Entonces, sí hay un incremento de la demanda. En total, teníamos como 5,000 vehículos vendidos y solo este año venderemos como 2,500”, precisó.
Por un lado, la demanda obedece a personas que no tenían pensado comprar una moto, pero necesitan movilizarse y eligen una eléctrica, que es fácil de utilizar por usuarios de todas las edades. Además, la creación de puestos de trabajo asociados al delivery también ha aportado a este incremento.
A pesar de que las proyecciones son positivas, Ataurima consideró importante que la ciudad se adapte mejor a esta nueva forma de movilidad, ya que la falta de estaciones de carga les obliga a priorizar la alta capacidad de almacenaje. También, piden ajustes en la regulación, por ejemplo, crear un SOAT exclusivo para este tipo de vehículos.
“Los vehículos eléctricos sí deberían tener SOAT, pero acorde a los riesgos que representan, que son mucho menores que las motocicletas de alta potencia. Son cosas que el Gobierno debe atender en favor del usuario, como crear una nueva categoría de SOAT para vehículo eléctrico”, refirió.
Calculó que las motos eléctricas más básicas tienen un costo de alrededor de S/ 2,600. Sin embargo, el SOAT que se exige cuesta más de S/ 500, a pesar de tener una velocidad mucho más moderada, de entre 40 a 50 km por hora.