El heredero del imperio Samsung, Lee Jae-yong, negó los cargos contra él en el inicio del juicio por fraude contable y manipulación de precios de activos bursátiles cometido supuestamente por el empresario durante la polémica fusión de dos compañías del grupo en el 2015.
Los abogados de Lee negaron todos los cargos ante el tribunal del Distrito Central de Seúl que lleva el caso, según informó la agencia Yonhap.
A esa fusión del 2015 se le atribuyen varias irregularidades, entre ellas un supuesto delito de fraude contable cuyo objetivo era consolidar el liderazgo de Lee poco después de que su padre, el presidente del grupo Lee Kun-hee, sufriera un infarto del que aún no se ha recuperado.
Lee y otra decena de ejecutivos están acusados de manipulación de precio de activos bursátiles, de violar de la ley de auditorías externas y de llevar a cabo prácticas comerciales desleales.
Los investigadores creen que se infló artificialmente el valor de Cheil Industries, una de las dos empresas del grupo que se fusionaron y de la que Lee era el accionista mayoritario, y se hizo lo opuesto con la otra compañía implicada, Samsung C&T.
Se cree también que se inflaron en unos 4.5 billones de wones (unos 3.34 millones de euros/US$ 3.96 millones) el valor de Samsung Bioepis, empresa de riesgo compartido entre la estadounidense Biogen y Samsung Biologics, la cual es a su vez subsidiaria de Cheil.
Lee está a su vez a la espera de que se repita el juicio por su participación en la llamada trama de corrupción de la “Rasputina” surcoreana, que acabó suponiendo la destitución y encarcelamiento de la expresidenta Park Geun-hye.
El Supremo surcoreano ordenó el año pasado repetir el proceso -por el cual Lee originalmente pasó un año en la cárcel hasta que su condena fue revisada y reducida- por un defecto de forma y se espera que el juicio se retome en los próximos días.