Walt Disney Co anunció el miércoles una amplia reestructuración bajo el mandato de Bob Iger, recientemente reincorporado a la empresa, con el recorte de 7,000 puestos de trabajo como parte de un esfuerzo por ahorrar US$ 5,500 millones en costos y hacer rentable su negocio de streaming.
Los despidos representan aproximadamente el 3.6% de la plantilla mundial de Disney. Las acciones de la empresa subían un 4.7%, hasta US$ 117.22, en operaciones posteriores al cierre.
Las medidas, que incluyen la promesa de restablecer un dividendo para los accionistas, respondieron a algunas de las críticas del inversor Nelson Peltz, que afirmaba que la Casa del Ratón estaba gastando demasiado en streaming.
Bob Iger reconoció el miércoles que Disney podría haber sido demasiado agresiva en su afán por captar clientes de vídeo online ante el declive de la televisión tradicional.
En el marco de un plan para recortar costos y devolver el poder a los ejecutivos creativos, la compañía se reestructura en tres segmentos: una unidad de entretenimiento que engloba cine, televisión y streaming; una unidad ESPN centrada en los deportes; y por último Disney parques, experiencias y productos.
“Esta reorganización dará lugar a un enfoque más rentable y coordinado de nuestras operaciones”, dijo Iger a los analistas en una conferencia telefónica. “Estamos comprometidos a funcionar de manera eficiente, especialmente en un entorno difícil”.
Iger también señaló que el streaming seguía siendo la principal prioridad de Disney.
Tercera reestructuración en cinco años
Disney es la última compañía de medios en anunciar recortes laborales en respuesta a la desaceleración del crecimiento de sunoscriptores y el aumento de la competencia por los espectadores de streaming.
La empresa reportó más temprano su primer descenso trimestral en suscripciones para su unidad de streaming Disney+, que perdía más de 1.000 millones de dólares.
Anteriormente, Warner Bros Discovery Inc y Netflix Inc realizaron despidos.
Disney dijo que planeaba recortar US$ 2,500 millones en ventas y gastos administrativos generales y otros costos operativos, un esfuerzo que ya está en marcha. Otros US$ 3,000 millones de ahorro procederían de reducciones en contenidos no deportivos, incluidos los despidos.
El beneficio ajustado por acción fue de 99 centavos en el primer trimestre fiscal, cerrado el 31 de diciembre, superando la estimación de 78 centavos del media de Refinitiv.
Las ganancias netas fueron de US$ 1,279 millones, por debajo de la estimación de los analistas de 1,429 millones. Los ingresos alcanzaron los US$ 23,512 millones, por encima de las estimaciones de Wall Street de 23,400 millones.
La reorganización marca un nuevo capítulo en el liderazgo de Iger, cuyo primer mandato como director ejecutivo comenzó en 2005. A continuación reforzó Disney con una lista de potentes marcas de entretenimiento, adquiriendo Pixar Animation Studios, Marvel Entertainment y Lucasfilm.
El presidente ejecutivo reposicionó la compañía para capitalizar la revolución del streaming, adquiriendo los activos de cine y televisión de 21st Century Fox en 2019 y lanzando el servicio de streaming Disney+ ese otoño.
Iger dejó el cargo en el 2020, pero regresó al puesto en noviembre de 2022 para tratar de poner el negocio de streaming de Disney en una senda de crecimiento y rentabilidad. La nueva estructura también cumple su promesa de devolver la toma de decisiones a los líderes creativos de la compañía, que determinarán qué películas y series hacer y cómo se distribuirán y comercializarán los contenidos.