Apple
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Por más de un año, evitó daños importantes por la de Estados Unidos con China, gracias en parte a una ofensiva de encantos hacia la Casa Blanca por parte de su director ejecutivo, Tim Cook. Sin embargo, la compañía se enfrenta ahora a su primer gran golpe –desde ambos lados de la disputa–.

Una nueva ronda de aranceles propuesta por Estados Unidos el lunes incluye los teléfonos móviles, lo que significa que el iPhone, el producto más importante de Apple –fabricado casi en su totalidad en China–, podría quedar gravado con un impuesto de importación de 25%. Otros productos en la lista también afectarían a Apple, como las computadoras portátiles y las tabletas.

Eso deja a la empresa con una difícil elección: aumentar los precios de productos que ya son caros y correr el riesgo de perder ventas, o absorber el costo adicional y perjudicar sus ganancias.

Existe un "riesgo muy real de mayores costos de importación y/o destrucción de la demanda de los consumidores estadounidenses dependiendo de si Apple decide trasladar parte del costo arancelario", escribió el martes en una nota a inversionistas Krish Sankar, analista de Cowen Inc. "Dado que la mayoría de los productos de hardware de Apple que incluyen los sistemas iPhone, iPad, Watch y Mac se ensamblan e importan de China, el riesgo para las ganancias podría ser bastante importante".

China tomó represalias el lunes con planes para aumentar los aranceles sobre las importaciones de EE.UU. de 10% a 25%. Eso se aplicaría a componentes para el iPad y el iPhone. Por tanto, cuando se envíe a China piezas hechas en EE.UU., como cubiertas de pantallas de vidrio y sensores de reconocimiento facial para su ensamblaje en iPhone e iPad, también serán más caras.

La principal preocupación, no obstante, es el iPhone. El teléfono representó 63% de las ventas en el 2018 y sirve como foco de ingresos adicionales por servicios y dispositivos relacionados como Apple Watch. Los iPhone más recientes cuestan entre US$ 750 y US$ 1,450, por lo que cualquier aumento de precio podría poner los dispositivos más allá de los presupuestos de más consumidores.

Las intensas tensiones comerciales son una prueba para Cook y la cadena de suministro global que ayudó a construir y ejecutar. El año pasado, el director ejecutivo mostró destreza política al reunirse con el presidente de EE.UU., Donald Trump, para hablar en contra de los aranceles.

Hace poco más de un año, Cook se reunió con Trump en el Despacho Oval. El director ejecutivo aseguró que se opuso al enfoque del presidente y se centró en cómo la cooperación entre países puede impulsar la economía más que los países actuando solos. Después de la reunión, la administración le dijo a Cook que no impondría aranceles a los iPhone, informó el New York Times.

Apple también escribió en setiembre al representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, pidiéndole que reconsiderara los aranceles y, en cambio, tomara otras medidas que respaldaran la economía y a los consumidores estadounidenses. A finales de ese mes, la Casa Blanca excluyó al Apple Watch y a los AirPod.

A finales del 2018, la estrategia de Apple se había vuelto menos efectiva. A fines de noviembre, Trump dijo al Wall Street Journal que podría imponer aranceles a los teléfonos móviles y las computadoras portátiles, y añadió que los consumidores "podrían soportar" un aumento de 10% en los precios "muy fácilmente". El día después, Cook recorrió escuelas en Idaho junto Ivanka Trump, la hija del presidente y su asesora principal.

A partir del 2019, el costo real de la guerra comercial para Apple comenzó a surgir. La empresa recortó sus proyecciones de ingresos y Cook dijo que las políticas comerciales de la administración Trump habían afectado indirectamente la demanda de los consumidores de iPhone en China.

Más recientemente, la compañía ha elevado los precios tras actualizar los productos que ya han sido afectados por los aranceles. El Apple Pencil actualizado, lanzado en octubre, cuesta US$ 30 más que la versión anterior. El Mac mini más rápido cuesta US$ 300 más que su predecesor.

Eso sugiere que la compañía puede adoptar un enfoque similar con el iPhone.

El arancel de 25% sobre los iPhone probablemente se aplicaría al precio mayorista de los dispositivos cuando se importan de China. Apple no revela precios al por mayor, pero las empresas de investigación a menudo los estiman.

Un iPhone XS Max de US$ 1,249 con 256 gigabytes de almacenamiento tiene un valor de US$ 453 en partes, de acuerdo con TechInsights. Un gravamen de 25% equivaldría a US$ 113, aumentando el precio de compra en aproximadamente 9%.

Los otros modelos de Apple, iPhone XS y iPhone XR, podrían enfrentar un aumento similar, según las estimaciones. En una nota reciente a inversionistas, Morgan Stanley estimó que un iPhone XS de US$ 999 costaría US$ 160 más.

Los analistas de JPMorgan prevén un aumento de precio de 14%.Esto podría aplicar únicamente a las ventas de iPhone en EE.UU., lo que limitaría el daño. Alrededor de un tercio de los ingresos por el iPhone proviene de EE.UU., según Shannon Cross de Cross Research.

Sin embargo, eso no solucionará el problema de los iPhone aun más caros. Una serie de aumentos de precios en los últimos años ya ha coincidido con la disminución de las ventas.

Si Apple pasa el costo total de los aranceles a los consumidores en EE.UU., la demanda podría caer entre 10% y 40%, estimó el martes Sankar de Cowen. Eso, a su vez, puede reducir las ganancias por acción entre 1% y 4% en el año fiscal 2020, asegura el analista.

Alternativamente, Apple podría absorber el costo y dejar intactos los precios del iPhone. Eso afectaría las ganancias por acción entre 6% y 7%, con base en un costo de importación de US$ 450 por dispositivo y ventas anuales por unidad en EE.UU. de 40 millones, según Sankar.

No obstante, Apple tiene experiencia en absorber costos extra. Cuando las divisas cambian, la compañía logra proteger sus márgenes de ganancia bruta, señala Cross.

Apple también podría solucionar el problema de los aranceles. Existe la posibilidad de que reorganice su cadena de suministro para ensamblar más productos fuera de China. Apple está aumentando la producción en India para evitar impuestos locales y ha realizado un trabajo similar con Foxconn en Brasil.