La pandemia está acelerando la revolución digital de Brasil, una potencia agrícola, al obligar a los agricultores a comprar equipos y solicitar asistencia por internet, según Deere & Co.
Los confinamientos y el distanciamiento social impiden la interacción cara a cara tradicional entre agricultores y proveedores en concesionarios y ferias rurales, y ambas partes tienen que recurrir a videoconferencias o aplicaciones especializadas.
Los productores brasileños, que de media son más jóvenes que los estadounidenses, se han adaptado bien a las plataformas digitales ya que el virus los obliga a quedarse en sus fincas, dijo Rodrigo Bonato, director de Intelligent Solutions Group para América Latina en el mayor fabricante de tractores del mundo.
Se espera que las ventas de maquinaria alcancen los niveles del año pasado en medio de otra excelente cosecha, según el grupo industrial Anfavea.
“La pandemia ha causado un cambio de paradigma”, dijo Bonato en una entrevista. “Las personas del campo necesitan estar conectadas con el mundo, y la pandemia está acelerando eso”.
La falta de redes de comunicaciones viables en las zonas rurales ha sido una barrera para los productores brasileños que utilizan bases de datos y plataformas que pueden ayudarlos a aumentar los rendimientos y reducir los costes.
Con una mayor demanda de conexión por parte de los agricultores para todo tipo de cuestiones, desde citas médicas virtuales hasta asistencia técnica, las compañías de telecomunicaciones están más interesadas en instalar redes en regiones remotas, dijo Bonato.
Brasil tiene alrededor de 9.5 millones de hectáreas conectadas, o el 25% de la superficie plantada de soja. En cinco años, la conectividad puede llegar al 70-80% de las fincas brasileñas, señaló.
Ello podría ayudar a aumentar la eficiencia en un país que ya es el mayor exportador de soja, azúcar y café.