Crédit Suisse presentó en el Foro Económico Mundial de Davos un informe sobre la sostenibilidad de las pensiones, en el que defiende retrasar la edad de jubilación y advierte contra el retiro anticipado, y recomienda mantener en activo a los trabajadores de más edad.
Según ha explicado el economista jefe de la entidad, Oliver Adler, el estudio pretende “repensar” el futuro de las pensiones, debido al aumento de las expectativas de vida y a las bajas tasas de fertilidad, que han provocado un envejecimiento de la población que no se limita a los países más desarrollados, sino que es ahora un fenómeno global.
Lo que hay que aclarar, ha explicado Adler, es cómo asegurar el bienestar de los actuales pensionistas y al mismo tiempo garantizar pensiones dignas para los más jóvenes, un asuntos que los poderes públicos se niegan sistemáticamente a abordar.
Como ha explicado una de las autoras del estudio, Sara Carnazzi, la edad biológica no se corresponde ya con la edad cronológica, y un ciudadano suizo que tenga ahora 65 años se corresponde con uno de 51 en 1950.
Los sistemas de pensiones son demasiado rígidos, y no responden a las necesidades de una sociedad que no tiene nada que ver con la de finales del siglo XIX, cuando comenzaron a ponerse en marcha.
Los datos, ha dicho Adler, son contundentes, ya que como resultado de las bajas tasas de fertilidad la proporción de jubilados ha crecido hasta 19% de la población, y se prevé que alcance 27% en el 2050.
Crédit Suisse ha detectado una serie de medidas que pueden contribuir a la sostenibilidad de las pensiones, entre las que destaca obligar a los trabajadores a aumentar su contribución para la jubilación, subir los impuestos, retrasar la edad de jubilación y explicar la necesidad de cobrar menos pensión que las generaciones anteriores.
Sin embargo, mantener en activo a los trabajadores de más edad es costoso, o al menos más de lo que supone la mano de obra más joven; de ahí que uno de los problemas -aún no resuelto- es reducir ese coste.
Sara Carnazzi no ha eludido el problema del paro juvenil -que en España alcanzó en enero de este año el 32%, según datos de Eurostat-, y que algunos vinculan a la prolongación de la vida laboral de los empleados de más edad.
En su opinión, esta no es la explicación, y en este fenómeno pesa más la educación y las dificultades para encontrar mano de obra especializada entre los más jóvenes.
La entidad suiza ha detectado notables diferencias en la percepción sobre las pensiones, tato entre regiones más o menos desarrolladas como por tramos de edad.
Los jóvenes no confían en contar con una pensión al final de su vida laboral, de ahí que sean menos proclives a contratar un plan de jubilación privado o a que se les descuente de su salario.
Asimismo, en la mayoría de los países en vías de desarrollo Crédit Suisse ha detectado mayor interés en prolongar la vida laboral que en otros más desarrollados, algo que la entidad atribuye a sistemas de pensiones deficientes que no proporcionan subsidios dignos, y obligan a los trabajadores a prolongar su vida laboral.
Además, en estos países en vías de desarrollo no se ve la jubilación como una etapa de descanso o liberación.
Otro aspecto pendiente de resolver es el aumento de empleados con contratos flexibles, no fijos, temporales o de media jornada, muy extendidos en los últimos años, que tienen más dificultades para asegurarse pensiones dignas.
Además de su informe sobre el futuro de las pensiones, Crédit Suisse ha presentado hoy un estudio, elaborado por el estudiante hongkonés de 21 años Minye Gao, sobre el envejecimiento de la población en Japón.
En contra de lo que propone el primer ministro nipón, Shinzo Abe, que es partidario de reducir o casi eliminar las pensiones, Gao apuesta por atraer trabajadores extranjeros a Japón y diversificar las inversiones de los planes de pensiones aumentado los activos foráneos.