(Foto: AFP)
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El grupo italiano volvió al mar este domingo con su navío Costa Deliziosa tras más de cinco meses de pausa debido a la epidemia del y con rigurosas medidas para evitar los contagios.

El mundo de los , que conoció hasta el 2018 años de crecimiento ininterrumpidos, ha vivido este año una crisis sin precedentes debido a la pandemia, y ahora intenta retomar vuelo. Varios grandes barcos ya han vuelto al mar desde puertos mediterráneos, en especial los de su gran competidor MSC Cruceros.

Los pasajeros embarcaron el domingo por la mañana, y el Costa Deliziosa zarpó por la tarde desde el puerto de Trieste, en el noreste de Italia, en crucero de siete días que conducirá a los pasajeros únicamente a puertos italianos del Adriático y del Mediterráneo.

Los primeros cruceros de Costa, en setiembre, están reservados “únicamente a los residentes en Italia”. Se llevarán a cabo según un protocolo de medidas de seguridad establecido por la compañía, filial del grupo estadounidense , y un grupo de expertos científicos, indicó Costa en un comunicado.

Estrictas medidas

Los pasajeros subieron a bordo siguiendo un orden preestablecido en franjas de media hora, lo que en total duró unas cinco horas.

En el puerto de Trieste, se tomaron la temperatura, sometieron a un test y rellenaron un formulario sanitario: solamente pudieron subir a bordo si cumplieron con todos los criterios requeridos.

Además todos los miembros de la tripulación, precisa Costa, han sido sometidos a test y han observado una cuarentena de 14 días antes de zarpar.

A bordo del barco, cuya capacidad se ha reducido para respetar la distancia social, se han tomado estrictas medidas en los restaurantes, sin ‘buffet’ y con servicio en mesa únicamente, y en los bares o en las piscinas, con franjas horarias de utilización preestablecidas.

Las ciudades visitadas van de Bari y Brindisi en el Adriático, a Siracusa y Catania en Sicilia. Las visitas sólo podrán realizarse a través de la organización de Costa Cruceros.

Pérdidas multimillonarias

Entre mediados de marzo y fines de setiembre, la pérdida mundial del sector --en términos de actividad económica vinculada a la suspensión y luego a la lenta reanudación de los cruceros-- será del orden de US$ 50,000 millones y 334,000 empleos, según las estimaciones de la . Cada día de suspensión de cruceros genera la pérdida de 2,500 empleos.

“Aunque los armadores han adoptado medidas muy rigurosas, la situación va a seguir siendo complicada para el sector, ya que hay una desconfianza ante los cruceros tras las imágenes traumatizantes” de oleadas de contaminaciones a bordo de barcos al principio de la pandemia, explica Didier Arino, director general del gabinete especializado Protourisme.

“Además, los clientes de cruceros son de mayor edad que la mayoría de los turistas, y por tanto más frágiles desde el punto de vista sanitario. Se va a necesitar tiempo para recuperar los niveles anteriores” a la crisis, agrega.