La startup peruana Chazki inició con un modelo basado en el servicio de logística de última milla que le permitió expandirse a nivel regional y levantar capital hasta por US$ 7 millones, y ahora va por más.
“Todo nuestro producto, basado en tecnología, lo estamos trasladando a la primera milla con la visión de construir una solución logística integral”, explica Gonzalo Begazo, CEO de Chazki.
Así, a inicios de junio, la startup sumó camiones a su tradicional flota de motorizados en Perú para transportar altos volúmenes de mercadería bajo demanda de empresas (on demand) desde el puerto hacia diferentes centros de distribución.
¿Cómo funciona el modelo? Se ha llevado el concepto de la economía colaborativa, que consiste en que un chofer opere con su propia moto, a los conductores que cuentan con un camión.
“Si bien las empresas tienen una flota ya asegurada para este fin, en momentos pico pueden requerir más, y cuando se trata de 20 camiones extra no es fácil que se pueda satisfacer esa demanda”, dice. Es ahí cuando interviene Chazki.
Oportunidad
En Hispanoamérica, refiere Begazo, existe el concepto del hombre camión, quien tiene su propio vehículo y está dispuesto a afiliarse a una plataforma que le ayude a conseguir carga siempre.
La startup identificó que muchos de ellos pueden tener mercadería para movilizarla de ida, pero no de regreso. Así, ahora Chazki continúa con el proceso de empadronamiento de estos conductores para luego conectarlos con la carga de empresas que tienen centros de distribución en diversas ciudades.
“Hace 10 meses integramos este servicio en la región y ya genera el 30% de nuestros ingresos totales”, afirma.
Begazo dio a conocer que, tras el ingreso del nuevo servicio a Perú, el 20% de la flota ya son camiones, un 60% motos y otro 20% modelo vans.
Nuevas líneas de acción. Media milla. Además de llevar mercadería a centros de distribución con vehículos pesados, Chazqui está trabajando junto con empresas de consumo masivo para abastecer a bodegas y tiendas de conveniencia. “Las grandes compañías de este sector, normalmente, cuentan con flota propia. Sin embargo, la frecuencia de reparto a los puntos de venta se limita a dos o tres veces por semana”, indica Gonzalo Begazo. Así, cuando alguna bodega se queda sin stock y requiere mercadería inmediata que no está planificada por la empresa de consumo masivo, Chazki atiende la demanda.