Si bien la pandemia desestabilizó a muchas cerveceras artesanales, ahora la mayor agresividad de los jugadores industriales sumado a la incertidumbre política, que lleva a un menor consumo y mayores sobrecostos, ha endurecido la competencia.
Esto ha llevado a que estas empresas busquen nuevos frentes de ataque para seguir aflote, como es el caso de cerveza Candelaria. La firma, del grupo Michell, desde este año empezó a exportar a diferentes mercados de Europa como España y Suiza; Latinoamérica y, recientemente, a Estados Unidos.
“En Barcelona estamos vendiendo mucho, tenemos clientes que nos piden contenedores completos. Colombia, Brasil, Chile y Ecuador también son mercados interesantes. Ser reconocidos por la gastronomía nos ha ayudado a que se interesen en nuestra cerveza, cuyos pilares son la peruanidad y su sabor agradable al paladar”, enfatiza Pablo de Vinatea, su director comercial.
Señala que los envíos al exterior ya representan entre el 20% y 25% de sus ventas. “Hay un gran potencial en el mercado internacional, pero nuestra prioridad es seguir desarrollándonos en el país, donde venimos creciendo a un ritmo de 40% hasta agosto en el canal de supermercados”, precisa.
Revela, además, que para paliar la crisis actual han apostado por la maquila, creando marcas propias de cervezas artesanales y produciéndolas para terceros, gracias a que poseen una gran planta.
Entre sus clientes figura Tambo, a quien le producen la marca Revolución, la cual se oferta a un precio similar a las industriales, pues su apuesta es la venta por volumen en vista del gran número de tiendas que tienen.
“Hemos encontrado en Tambo a alguien que decidió apostar por hacer algo propio y con un proveedor peruano. Así como ellos tenemos a otros clientes en la mira con mucho músculo logístico y de distribución”, adelanta.
Apuesta local
En general, el ejecutivo afirma que el objetivo es recuperar los canales que se han perdido por la pandemia del COVID-19 o por exclusividad como el horeca (restaurantes, hoteles y cafeterías) y provincias, hacia donde solo llegan las cervezas industriales.
Recuerda que, al inicio de la crisis sanitaria, la marca apostó por la venta directa refugiándose -en parte- en el canal online, lo cual le ha permitido llegar al consumidor final con mejores precios, generando un público muy fiel.
“Las compras en línea nos han ayudado a suplantar las ventas del canal horeca y sopesar lo perdido. Y, no solo estamos apostando por nuestra propia tienda virtual, también a través de terceros que han emprendido y están en el negocio del comercio electrónico”, señala.
Hoy, el canal horeca representa solo el 5% de las ventas de Candelaria y el objetivo es que vaya ganando participación. “Poco a poco estamos volviendo, aunque con mucho trabajo. En algunos restaurantes habíamos montado caños directo de los barriles, pero toda esa inversión ha quedado detenida y hasta lo hemos tenido que retirar porque por protocolo no permiten su uso”, señala.
El plan para este año es crecer mucho en horeca y estar en todas las provincias, el crecimiento en provincias tiene que ser el triple de lo que tenemos, y eso presupone buscar mejores fletes, lograr que las personas de provincias nos quieran tener, comenta.
Innovación
De Vinatea sostiene que pese a lo difícil del mercado no han dejado de innovar, y en línea con ello lanzaron una cerveza frutada Sunset y la Sixhop IPA. “El consumidor peruano se maneja mucho por etiquetas y novedades, y eso se ve en los supermercados cuando tienen que escoger en la góndola”, refiere.
Aun con estas acciones, en agosto las ventas de la cervecería independiente Candelaria cayeron en 20% respecto a Julio, aunque en el acumulado del año no han dejado de crecer, asevera. “Agosto fue uno de los peores meses de la marca”, acota.
De otro lado, sostiene que afortunadamente han hecho contratos a largo plazo con sus proveedores de envases de latas en Chile, Colombia y China para disponer de este insumo por mucho más tiempo y no correr con la misma suerte de desabastecimiento que están atravesando las demás marcas.
Asimismo, informa que todas las cervezas artesanales en el país compran insumos importados (lúpulo, malta, levadura, etc.) por lo que también han tenido un impacto en el precio por el tipo de cambio, por los mayores costos de los fletes, entre otros, situación que ha decantado en el alza de precios.
“Hoy en día todo está retraído por el alza del dólar y lo saturado que está la logística de importación”, puntualiza.