BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, va a dar un gran giro a su estrategia para centrarse en inversiones sostenibles y abandonar aquellas que contribuyen a la crisis climática o que se pueden ver muy afectadas por ella.
Así lo anunció su fundador y consejero delegado, Laurence D. Fink, en su carta anual a los responsables de grandes empresas, a quienes advirtió que se avecina "una remodelación fundamental de las finanzas".
"La evidencia sobre el riesgo climático está obligando a los inversores a revaluar los supuestos básicos sobre las finanzas modernas", aseguró Fink.
Así, BlackRock tiene previsto comenzar a dejar de lado a compañías que presentan riesgos de sostenibilidad importante, como las del sector del carbón, y a poner en marcha nuevos fondos que no inviertan en acciones vinculadas a combustibles fósiles.
La gestora también planea oponerse a las directivas de empresas que no avancen en el ámbito de la sostenibilidad y presionar a las compañías para que operen en el marco de los objetivos del Acuerdo de París.
Para BlackRock, la crisis climática "se ha convertido en un factor definitorio de las perspectivas a largo plazo de las empresas" y, como gestora, considera que es su responsabilidad ayudar a sus clientes a "navegar esta transición".
Fink defendió que las carteras de inversión sostenible y que tienen el clima en mente pueden proporcionar "mejores retornos ajustados al riesgo" para los inversores.
"Todavía no sabemos qué predicciones sobre el clima serán las más precisas ni qué efectos no hemos considerado. Pero no se puede negar la dirección en la que vamos. Cada Gobierno, compañía y accionista debe enfrentarse al cambio climático", subrayó.
BlackRock ha sido criticada ampliamente en los últimos años por su inacción ante la crisis climática, tanto por activistas como por políticos y por actores de la industria financiera.
A priori, el movimiento de la firma, que gestiona activos valorados en casi 7 billones de dólares, puede tener un fuerte impacto en los mercados y a la hora de empujar a otras empresas del sector a adoptar posturas más firmes ante la crisis climática.