Itaú Unibanco Holding SA podría permitir que un tercio de su personal alterne entre trabajar desde casa y en la oficina cuando ceda la pandemia en Brasil, que actualmente lidera a nivel mundial la lista de nuevos casos.
El banco está evaluando el modelo híbrido para unos 35,000 de sus aproximadamente 96,500 empleados, dijo una persona familiarizada con los planes, quien pidió no ser identificada por tratarse de discusiones internas. En la actualidad, alrededor de 50,000 empleados trabajan desde casa.
Poner en práctica la política depende de que Brasil logre controlar la propagación del virus. Si bien gran parte del resto del mundo está mostrando señales de que el fin de la pandemia está a la vista, Brasil enfrenta la peor fase hasta la fecha, con un total de muertes diarias récord que supera las 3,000.
En un país de 212 millones de habitantes, solo el 2% de la población se ha vacunado con las dos dosis, en comparación con casi 14% en Estados Unidos, según datos compilados por Bloomberg.
Según el plan que Itaú está considerando, cada departamento tendrá flexibilidad para definir los horarios, y los empleados ya no tendrán sus propios escritorios asignados, dijo la persona, y agregó que las ideas aún se están discutiendo y podrían cambiar.
Itaú, con sede en São Paulo, planea mantener espacio de oficina para “algunas actividades que son importantes para preservar nuestra cultura y relaciones”, según Milton Maluhy, el recién nombrado presidente ejecutivo del banco.
Aun así, “la mayor parte de nuestras áreas administrativas y operativas trabajarán bajo un un modelo ‘primero remoto’, principalmente desde sus hogares”, dijo Maluhy en la Cumbre Latinoamericana del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), celebrada virtualmente el 11 de marzo.
Itaú declinó hacer más comentarios sobre los planes de trabajo remoto. La contraparte de Maluhy en la filial brasileña de Citigroup Inc., Marcelo Marangon, dijo a principios de este mes que no está considerando poner fin a la política de trabajo desde casa del banco hasta el tercer trimestre, como mínimo, y calificó el deterioro de la situación en Brasil de “aterrador” para su familia y los empleados.
La mayor parte del personal de Itaú que trabaja desde casa es de la oficina central del banco, los centros de servicio y las sucursales digitales, según documentos. Las sucursales físicas, que representan una parte significativa de la fuerza laboral, fueron consideradas servicios esenciales y se mantuvieron abiertas en todo Brasil, aunque en ocasiones con equipos mínimos y horarios reducidos.
Las actividades que requieren una interacción constante con el cliente u operaciones que se benefician de una infraestructura tecnológica sólida, como el piso de operaciones, probablemente regresarían en su totalidad, según la persona familiarizada con los planes. Todavía no está claro cómo los cambios afectarán las necesidades inmobiliarias de la compañía.