Redacción Gestión

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(Bloomberg) Horas después de que la Corte Suprema de Brasil lo liberara de su arresto domiciliario, un Andre Esteves sonriente se dirigió a sus empleados en un auditorio de la sede central de Grupo BTG Pactual. Quería hacerles saber que estaba de regreso –aunque no se sabe cuál será su rol.

El multimillonario no dijo qué hará en el banco ahora que no está confinado a su mansión en São Paulo, según tres personas con conocimiento de la improvisada reunión. Parecería poco probable que vuelva a ser máximo responsable ejecutivo en lo inmediato, según dos de las personas, pero podría desempeñar el papel de asesor principal. Lo que sí es seguro, es que la empresa a la que volvió este lunes es muy diferente de la que dejó después de su arresto el 25 de noviembre.

BTG vendió desde entonces más de US$ 3,500 millones en activos para apuntalar el efectivo, despidió a cientos de trabajadores y reestructuró su propiedad para excluir a Esteves como accionista mayoritario. La acción perdió 36 por ciento de su valor. La dirección abandonó sus ambiciones de que el banco se convirtiera en un centro neurálgico mundial con, entre otras cosas, un negocio de gestión patrimonial en varios continentes. El presidente Persio Arida ha dicho que BTG se concentra en negocios "básicos".

"El comité que dirige BTG fue muy veloz y ágil para ajustar", dijo Max Bohm, analista en Empiricus Independent Research. "Pero aun con Esteves de vuelta, hay una gran incertidumbre con respecto al futuro del banco".

Esteves, que continúa siendo el mayor accionista, habló durante unos minutos a aproximadamente 200 empleados en la sede central de São Paulo, según las personas que pidieron no ser identificadas. Dijeron que estaba animado, que agradeció a todos por el buen trabajo de mantener a BTG en marcha en su ausencia y no precisó cuál será su función.

Completamente libreEn sus comentarios, Esteves negó haber cometido delito alguno, como lo ha hecho anteriormente; está acusado en la investigación por corrupción de gran envergadura por otorgamiento de contratos y licitaciones llamado Operación Lavado de Autos. Esteves, de 47 años, pasó tres semanas en la tristemente célebre cárcel Bangu en Río de Janeiro acusado de haber tratado de falsear el testimonio de un ex ejecutivo de Petroleo Brasileiro SA en la investigación que envuelve al gigante petrolero estatal. Fue liberado de Bangu en diciembre y se le ordenó quedar bajo arresto domiciliario.

El alto tribunal de Brasil levantó esa orden el lunes, y el abogado de Esteves, Antonio Carlos de Almeida Castro, dijo por mensaje de texto que el multimillonario está "completamente libre" y puede volver a la oficina.

Esteves, que el martes estaba nuevamente en la sede central, probablemente no será un ejecutivo y lo más probable es que actúe como asesor clave hasta que se resuelva el caso, dijo una de las personas. Un portavoz del banco se negó a hacer declaraciones.

Fue hace 10 años cuando Esteves causó sensación –y se convirtió en el multimillonario que hizo su fortuna por su propio esfuerzo más joven de Brasil- vendiendo Pactual a UBS por US$2.600 millones. Junto con varios socios, volvieron a comprarlo tres años más tarde e iniciaron una expansión, comprando empresas como la unidad de banca privada suiza de Assicurazioni Generali SpA. BTG salió a bolsa en 2012.

El plan es que BTG mantenga negocios clave que se cuenten entre los más rentables, dijo Arida, el presidente, en el Foro Económico Mundial de Davos en enero. Esto incluye gestión de materias primas, activos y patrimonio, banca de inversión, ventas y comercialización y operaciones de bolsa.

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