Amazon.com Inc. está ofreciendo a los empleados de Seattle la opción de trasladarse a oficinas más pequeñas fuera de la ciudad, lo que sugiere que la crisis del coronavirus y un nuevo impuesto a los empleadores locales han empujado al gigante del comercio electrónico a considerar alternativas a su ciudad natal.
En un mensaje a los empleados el jueves, Amazon preguntó qué comunidades cercanas a Seattle, entre ellas Tacoma y Redmond, en el estado de Washington, preferían. El título del mensaje, que se compartió en Reddit y luego se eliminó, era “opciones de trabajo de oficina”. Amazon rehusó hacer comentarios sobre el asunto.
Amazon, que informó una fuerza laboral global de casi 877,000 a 30 de junio, lleva años expandiéndose fuera de Seattle. Está construyendo un segundo centro de oficinas importante en los suburbios de Virginia, cerca de la capital del país, y tiene ubicaciones satélites en ciudades como Nueva York, Austin y Los Ángeles.
Las empresas de EE.UU. están sopesando cambios en sus oficinas después de meses de trabajo remoto de los empleados. Las firmas financieras de Manhattan han estado considerando los suburbios de Nueva York, y Facebook ha dicho que hasta la mitad de sus empleados pueden estar trabajando de forma remota en los próximos 10 años.
Amazon ha amenazado con enfocar el aumento de las contrataciones fuera de Seattle debido a una relación inestable con los cargos de la ciudad y nuevos impuestos a los grandes empleadores. El mensaje sugiere que Amazon podría reducir significativamente la presencia en su ciudad natal, donde emplea a unas 50,000 personas en una oficinas que posee o alquila. En el 2019, anunció que trasladaría su división de operaciones mundiales, que supervisa el envío y la logística de Amazon, a Bellevue, donde actualmente emplea a 3,000 personas.
Incluso antes de la pandemia, Amazon había considerado construir más oficinas satélites fuera de la ciudad, según una persona familiarizada con el asunto. Tales ubicaciones se ven como un incentivo para los empleados cansados de viajar a Seattle y como una forma de reducir la exposición de la compañía a los impuestos de la ciudad dirigidos a los grandes empleadores, dijo la persona, que pidió que no se revelara su identidad ya que se trata de asuntos privados.
Hace dos años, Amazon contribuyó a frustrar una iniciativa en Seattle que tenía el objetivo de recaudar dinero para servicios a personas sin hogar y viviendas asequibles al cobrar un impuesto por empleado a las grandes empresas. El “impuesto por persona” habría recaudado alrededor de US$ 47 millones al año.
Desde entonces, el clima político ha cambiado en contra de la compañía después de que el gran gasto de Amazon en una elección del Ayuntamiento de Seattle fracasara el año pasado. En julio, la autoridad aprobó un nuevo impuesto que gravará a las grandes empresas por empleados que ganan al menos US$ 150,000 al año. Se espera que el impuesto recaude más de US$ 200 millones anuales y cueste a Amazon incluso más que la propuesta anterior.