La aerolínea insignia de Argentina espera que sus operaciones nacionales alcancen los niveles prepandémicos para julio del próximo año, según su máximo ejecutivo.
Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas, dijo que los vuelos a destinos turísticos dentro del país, desde la Patagonia en el sur hasta las Cataratas del Iguazú en el noreste, se han recuperado más rápido de lo esperado, en tanto que el país emerge de uno de los confinamientos más largos y duros impuestos en América Latina para detener la propagación del coronavirus. Adicionalmente, Ceriani dijo que todavía ve espacio para la recuperación en los destinos internacionales.
“Estamos operando aproximadamente a un 20 y 30% de los niveles prepandémicos en Europa y América Latina”, dijo Ceriani en una entrevista telefónica desde Bogotá en el marco del Alta Airlines Forum. “Habrá que ver cómo reaccionan los pasajeros a los certificados de vacunas”.
Durante la pandemia, la segunda economía más grande de América del Sur adoptó estrictas medidas de viaje y detuvo casi todos los vuelos nacionales e internacionales durante meses. El país eliminó un límite de entrada diaria de pasajeros aplicado previamente este año y los turistas extranjeros estarán autorizados a ingresar al país a partir de noviembre.
Argentina distribuyó alrededor de US$600 millones en subsidios el año pasado para mantener a flote su aerolínea estatal, una práctica que precede a la pandemia. Ceriani dijo que espera que el subsidio de todo el año para 2021 sea más bajo que el de 2020, y se negó a estimar en qué año el operador planea alcanzar su punto de equilibrio.
Desde que fue nacionalizada en 2008, la aerolínea estatal argentina ha dependido de los subsidios, pero esta brecha se ha visto agravada por una recesión de tres años, una inflación de dos dígitos y los altos precios del crudo. Los arrendamientos de combustible y aviones, que se encuentran entre los mayores costos de las aerolíneas, se pagan en moneda fuerte, un problema adicional en Argentina, donde el peso se encuentra entre las monedas de mercados emergentes con peor desempeño, incluso en medio de controles de capital.
Sin embargo, la compañía dijo que no planea reducir su flota de 78 aviones de pasajeros, y Ceriani agregó que el principal desafío para las aerolíneas en el mercado nacional, incluidas las de bajo costo, son las “restricciones de infraestructura”.
“Hay mucha demanda en los principales aeropuertos pero están muy congestionados y no hay mucha capacidad disponible”, indicó.
En cámara lenta
En toda América Latina, se espera que las aerolíneas registren este año pérdidas acumuladas de US$5,600 millones, y de US$3,700 millones el próximo, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, conocida como IATA. La recuperación en el mercado interno de Argentina está aproximadamente en línea con lo que las aerolíneas están viendo en otros lugares, y se espera que los viajes nacionales regresen a los niveles prepandémicos el próximo año, mientras que los viajes internacionales se retrasarán en alrededor de un 44%, dijo el director general de la IATA, Willie Walsh.
“Acabamos de pasar por los dos peores años en la historia de la industria”, dijo Walsh en una entrevista. “Sin embargo, la eliminación de las restricciones está marcando la diferencia”.