El desarrollo tecnológico, la transición verde y los cambios demográficos están ocasionando que el mercado laboral del mundo demande nuevos perfiles profesionales de cara al 2030. Así lo determina el Informe sobre el futuro de los empleos 2025, a cargo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Al respecto, precisa que 92 millones de puestos de trabajo serán desplazados por estas mismas tendencias.
Detecta, además, que habrá un aumento neto de 78 millones de empleos. En esa línea, ¿cuáles son los roles profesionales que liderarán los próximos 5 años? Y la preocupación mayor: ¿el Perú posee la capacidad de cubrir la demanda? Las voces expertas opinan.
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Los 5 trabajos del futuro
Los empleos de mayor crecimiento abarcan roles que ya son fundamentales para muchas economías. En detalle, los trabajadores agrícolas encabezan la lista. Esto se debe a que las tendencias de transición ecológica —que incluyen los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y adaptarse a la crisis climática— impulsarán un crecimiento de 34 millones de empleos para el 2030.
La cifra se sumará a los 200 millones de trabajadores agrícolas actuales. Asimismo, la ampliación del acceso digital y el aumento del costo de vida refuerzan el progreso de la profesión.
Los conductores de reparto, los desarrolladores de software, los trabajadores de construcción de edificios y los vendedores de tiendas completan el top cinco.
Los trabajadores de procesamiento de alimentos también figuran en la lista. Lo mismo ocurre con los empleos de atención, como enfermería, trabajadores sociales y los profesionales de orientación. Esto se explica por el envejecimiento de la población en edad laboral, indica el informe. De igual forma, como la IA se ha posicionado rápidamente, será mayor la demanda de especialistas en big data, ingenieros de tecnología financiera y expertos en inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Marilú Martes, exministra de Educación, señala que estos resultados promueven desafíos personales: “Ya no debemos formar estudiantes pensando en que van a trabajar solamente en el espacio local. Hoy nuestros profesionales ya tienen oportunidades globales. Desde el Perú pueden trabajar en cualquier parte del mundo”.
Ella califica la lista de demanda laboral como “una ola que empuja a todos”. Pero, ¿están los peruanos preparados para surfearla?
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Foco en las carreras técnicas
El repertorio de puestos laborales de acogida mundial lleva a Daniel Alfaro, exministro de Educación, a identificar que “la instrucción técnica es lo que más se va a valorar en el futuro”. Recuerda, por tanto, que existe una fisura en la percepción de los peruanos sobre la enseñanza terciaria.
“Estamos dándole importancia a la universidad tanto en presupuesto como en reformas, pero no avanzamos con la reforma en la educación superior tecnológica. No hemos terminado de hacer el licenciamiento de los institutos y no hemos lanzado fuertemente una revalorización de las carreras del futuro“, sostiene.
Ante ello, el también director de Pirka Consultoría se muestra preocupado por el escenario nacional, ya que destaca que solo 3 de cada 10 egresados de la secundaria acceden a una educación superior, y de esa cuota que ingresa, 60% sigue una carrera universitaria. “Recibo con preocupación el futuro de la adaptabilidad para estas nuevas demandas”, resume.
Coincide con él Nancy Laos, exministra de Trabajo: “No creo que estemos preparados”. La extitular de la cartera apunta, primero, a la débil adecuación laboral que ha acompañado al país por años y, segundo, al desfase en la dinámica educativa. “Muchos técnicos y profesionales egresan con competencias atrasadas. Las currículas no han sido actualizadas. Esa es una gran queja de todas las empresas. El profesional que egresa no siempre sale con las capacidades para enfrentar los retos necesarios”, agrega.
Desde su experiencia, considera que la alianza entre los ministerios de Educación, Trabajo y las Cámaras de Comercio —abocadas a compartir data empresarial— es una buena medida para planear estrategia en torno al fortalecimiento del perfil profesional nacional.
Gestión recogió, entonces, la opinión de este último gremio. Óscar Chávez, jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima: “Necesitamos que la fuerza laboral se capacite en las competencias modernas”, asegura el vocero. Con ello, estima que el país todavía se encuentra en el trayecto hacia la instrucción de un perfil oportuno en la demanda mundial.
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Habilidades indispensables para prosperar
De acuerdo con el estudio del WEF, los empleadores esperan que el 39% de las habilidades clave requeridas en el mercado laboral cambien para el 2030. Entonces, se prevé que las competencias tecnológicas adquieran mayor importancia que cualquier otra; por ello, la inteligencia artificial y los macrodatos encabezan la lista. Continúan la preparación acerca de las redes, la ciberseguridad y la alfabetización tecnológica.
El pensamiento creativo, la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad también están cobrando importancia, junto con la curiosidad y el aprendizaje permanente. En esa sentido, completan las 10 principales habilidades en ascenso el liderazgo y la influencia social, la gestión del talento, el pensamiento analítico y la gestión ambiental.
En esa línea, si bien Alfaro considera primordial el desarrollo de las competencias básicas —matemática, comprensión lectora y ciencia y tecnología— hace hincapié en el pensamiento analítico: “En un mundo cargado de fake news, es importante agilizar la mente para discriminar información”, manifiesta. Y lo vincula, además, con el pensamiento creativo: “Ante la automatización, el hombre va a tener que diferenciarse más de la máquina”, acota.
Por su parte, el representante de la CCL, resalta un esfuerzo en el radar económico: el lugar que ocupa la adopción de tecnologías en los pilares que toma en cuenta el WEF para medir la competitividad. “Hace 10 años la adopción de tecnologías era un pilar que estaba en los últimos puestos. Primero estaban la institucionalidad, la estabilidad macroeconómica, la infraestructura... [...]. La tecnología se consideraba como una característica de los países innovadores y sofisticados en sus negocios, pero ahora ya está entre los cuatro primeros”, explica. Se posiciona, así, como un recordatorio.
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Otros desafíos sobre la mesa
Ante el panorama, Martens es puntual: “Sabemos lo que se necesita, pero podríamos ir más rápido”. Por ello, destaca el “maridaje entre el sector laboral y la academia”, y enumera algunos retos: el reentrenamiento y no solo la generación de las habilidades, la motivación para mirar a la educación continua como una de las columnas en la trayectoria profesional y la atención hacia lo que ya ha localizado el actual Ministerio de Trabajo.
Sobre la última premisa, expresa que “más del 70% de las empresas requieren que sus trabajadores cuenten con habilidades digitales”. No obstante, la identificación no es sinónimo de solución. Laos, por su parte, subraya que hay un retraso sustancial para que este despliegue de tecnología sea posible: hace alusión a la brecha digital. La conectividad a internet, aunque sea un derecho, no se cumple.
En suma, el WEF recolecta las necesidades del mundo y destaca en su investigación que es “crucial desarrollar pronósticos matizados, identificar la fuerza laboral adecuada, configurar estrategias para promover el talento y tomar decisiones informadas sobre aquello que obstaculiza las capacidades en los empleos”. ¿Cómo llegará el Perú al 2030?
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