El último trimestre del año se caracteriza por eventos que generan incertidumbre en los mercados financieros. Las preocupaciones derivadas del plan de retiro de estímulos monetarios de la Fed (tapering), la elevada inflación, los riesgos regulatorios desde China e incluso el caso Evergrande generan inquietud entre los inversionistas.
“Sin embargo, creemos que la recuperación económica global se encuentra anclada, lo que permitirá que los mercados financieros continúen con un buen dinamismo en el último tramo del año”, asegura Luis Falen, head de Macroeconomía de Inteligo SAB.
De hecho, la semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus proyecciones de crecimiento económico y destacó que la recuperación económica global continúa, aunque señaló que el momentum se ha perdido y la incertidumbre se incrementa. El crecimiento global para este año fue corregido levemente a la baja de 6.0% a 5.9%, mientras que la estimación para el 2022 se mantuvo en 4.9%.
Evolución positiva
Respecto a la política monetaria, la actitud y los mensajes transmitidos por la Reserva Federal (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) —los principales bancos centrales del mundo— permiten descartar la posibilidad de que tomen decisiones precipitadas.
“Hasta ahora no solo continúan sin cometer ningún error de envergadura, sino que están cada vez más firmemente comprometidos con una postura tan dovish como les resulta posible, según las circunstancias que a cada uno le toca enfrentar. Así, solo reducirían estímulos de forma progresiva y en caso de que el ciclo económico continúe siendo expansivo, sobre todo en lo que al empleo se refiere. De esta manera, no actuarán reduciendo estímulos de manera ‘preventiva’, sino ‘reactiva’, lo que permite dar una mayor tranquilidad al mercado”, explica Falen.
Por otro lado, empieza a delinearse que el repunte de la inflación es transitorio, aunque podría mantenerse aún en niveles elevados, y la FED se muestra optimista con respecto a la actividad económica. La inflación europea aún está repuntando hasta niveles algo superiores a 3.0%, pero la postura del BCE es la misma: el repunte es transitorio.
“En este contexto, la renta variable continúa siendo atractiva, aunque con una mayor cautela. El ciclo económico global continúa ganando tracción y los bancos centrales se mantienen cautos. Si en algo cambiasen su posición, sería para reaccionar de manera aún más dovish. Si bien existe ruido desde China, este parece ser un riesgo acotado. Al mismo tiempo, los beneficios empresariales de las principales plazas del mundo continúan mejorando incluso más rápidamente de lo esperado”, asegura Falen.
Además, los indicadores adelantados continúan ofreciendo una evolución positiva de la economía mundial. Luego de tocar los 60 puntos, los PMI (Manufacturing Purchasing Managers Index o Índice de Gestores de Compra del sector de fabricación) deberían presentar una desaceleración a lo largo del cuarto trimestre, toda vez que alcanzar y consolidarse alrededor de ese nivel es difícil de lograr.
Sin embargo, esto no debería transmitir ninguna señal de alarma. “Así, el último tramo del año continuará presentando oportunidades, aunque no exento de riesgos”, precisa Falen.