En la última edición del ranking que elabora el Doing Business 2015, el Perú supera a Chile y se posiciona en el puesto 35 de la lista anual que mide la facilidad (ambiente) para hacer negocios.
De los 189 países evaluados por el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC), Colombia es ahora el líder regional con el puesto 34, solo uno antes que Perú. En tanto, México se ubica en la posición 39 y Chile en el 41.
Este año, debido a cambios en la metodología, no es factible comparar los resultados actuales con los rankings anteriores. Si este no fuera el caso, Perú se mantendría en la segunda posición (antes estaba en el puesto 42), mientras que Chile bajaría siete posiciones, desde la 34 en el 2013.
Alianza del PacíficoÁlvaro Quijandría, gerente de IFC, precisó que el buen posicionamiento regional que ostenta el Perú se debe, en el contexto internacional, a la Alianza del Pacífico.
"De alguna manera, son países que se han venido comparando de manera más cercana. El año pasado, Chile estuvo arriba. Esto va a ir variando. Lo que es muy positivo es que, en algunas partes del mundo, estos países que se agrupan generan una energía muy buena para justamente tratar de avanzar en reformas", sostuvo.
La publicación del Grupo Banco Mundial menciona como ejemplos, además del bloque latinoamericano, algunos subgrupos de APEC y la agrupación africana Ohada.
Reformas vs. mejorasAunque el Perú está dentro de los países reformadores que ha venido haciendo cambios constantemente en el último quinquenio, este año no registra ninguna reforma, pero sí una mejora en el otorgamiento de permisos de construcción.
Por el contrario, sus pares latinoamericanos sí han implementado reformas. Así, Colombia está trabajando en las áreas de registro de propiedad, acceso al crédito y pago de impuestos; en tanto, México está implementando reformas en los ejes acceso al crédito y resolución de la insolvencia.
Algunos países latinoamericanos que están en los últimos puestos del listado, por otro lado, sí están implementando reformas como Argentina (puesto 124), Ecuador (puesto 115) y Bolivia (puesto 157).
Para Quijandría, existen algunas trabas a los negocios que son transversales a toda la región y afecta a ejes específicos del estudio como la apertura de empresas.
"En muchos países del mundo, para abrir una empresa es solo un trámite nacional. En América Latina, y en el caso peruano, hay que hacer un trámite nacional y otro municipal y ese proceso varía muchísimo de municipio a municipio", indicó.
Caso de LimaLa discrecionalidad con la que actúan los gobiernos regionales y locales muchas veces constituyen trabas para la ejecución de hacer negocios.
"Ciudades similares a Lima, como el México DF, han podido avanzar en algunas reformas más rápido porque el alcalde maneja simplemente delegaciones. En el caso de Lima, el alcalde provincial tiene mandatos regulatorios sobre el Cercado, nada más, y tiene que entenderse con todos los alcaldes para una reforma general. Es un esfuerzo no solo administrativo sino político", explicó Quijandría.
Cambio en metodologíaEl Banco Mundial, desde hace dos años, está implementando cambios en la metodología de su publicación anual, es el caso del Doing Business 2015, que clasifica a 189 países en función a la facilidad que ofrecen para concretar negocios.
En esta última edición, se introdujeron cambios que hacen énfasis en la calidad de la regulación y van más allá de indicadores cuantitativos como el cumplimiento de plazos y fechas.
Este año se implementaron tres cambios importantes: se expandió la cobertura para tres indicadores (acceso a crédito, protección de inversionistas minoritarios e insolvencia), se incluyó una ciudad más a países con más de 100 millones de habitantes y se mudó de percentiles a DF (distance to frontier, o puntaje óptimo) para calcular el índice global. A estos tres cambios, se le sumarán otros cinco en el Doing Business 2016.
Camino libre a OCDEÁlvaro Quijandría, gerente de IFC, sostiene que la entrada del Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es completamente viable. En los primeros tres años se deben implementar regulaciones propias de un país de ingreso medio alto, sin generar un impacto negativo en la inversión.