El Marco Macroeconómico Multianual 2022-2025 emitido por Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), publicado el viernes pasado, además de mostrar las proyecciones de la economía peruana, detalla el déficit fiscal para este año (4.7%), el del 2022 (3.7%), así como la convergencia hacia el 1% en el 2025.
Estas metas se establecen a días de la presentación de Guido Bellido, presidente del Concejo de Ministros, por el voto de confianza del Congreso, luego de exponer sus propuestas que implicaban el amplio uso de recursos públicos.
El decano de la Faculta de Economía de la UPC, Carlos Adrianzén, indicó que desde el punto de vista técnico no es posible abordar las oferta de gasto propuesta por Bellido, pues no estarían acorde al poder adquisitivo del gobierno.
“No solo no hay recursos, sino que no hay forma de recaudar más impuestos. A menos que se continúe con la buena recaudación por precios externos no habría forma”, señaló.
Respecto al tema, el profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), Marcel Ramírez, sostiene que a pesar de que hayan proyecciones por parte del MEF, se debe establecer una regla fiscal pues si no se carece de seriedad y sobre todo de un marco legal que determine su cumplimiento y evite gastos que puedan poner en riesgo la situación fiscal del Ejecutivo.
Siendo este el caso, si no se establece el marco legal entonces las propuestas definidas por Bellido no estarían guiadas, a priori, a ninguna disciplina fiscal.
“Tu puedes reasignar recursos o aumentar la deuda. Sin embargo, todo esto implica riesgos, pues la sostenibilidad fiscal dicta que si hay exceso en los parámetros de, por ejemplo, deuda sobre PBI, da señales negativas sobre la posibilidad de que se pueda pagar en el futuro. La regla fiscal es la que de debe establecer para fijar la senda a seguir”, señaló.
De otro lado, Carlos Casas, exviceministro de Economía y Decano de la Facultad de Economía de la UP, sostiene que los gastos expuestos por Bellido sí están alineados con lo mencionado por el MEF, pues muchos son de carácter temporal o generarían mayor productividad y, con ello, más ingresos. Esto estaría alineado también con las proyecciones de crecimiento que se tienen.
Sin embargo, una de las preocupaciones que menciona es la propuesta sobre el nuevo papel que tendría el Banco de la Nación, el cual debe tener un manejo óptimo para que no se afecte la estabilidad fiscal.
“El tema es la implementación, cómo van a funcionar y si tendrán los efectos esperados. Además, si se les empieza a pasar la mano con propuestas permanentes entonces otra es la evaluación. En cuanto a propuestas como las del Banco de la Nación, el manejo debe estar guiado a que la morosidad sea mínima”, afirmó.
Sobre los supuestos
Marcel Ramírez menciona que muchas de las proyecciones encontradas en el marco se convierten en supuestos, como por ejemplo: el crecimiento del PBI, el tipo de cambio y términos de intercambio.
En ese sentido, el economista indica que hay supuestos optimistas, en el que se destaca el PBI y, por consiguiente, el aumento de la recaudación, los cuales determinan otras variables como las del déficit fiscal y trayectoria de la deuda pública.
“Estos son los supuestos que permiten un espacio para cubrir gastos y capacidad de tomar mayor deuda. Tenemos serias dudas que se de este crecimiento y con ello la mayor holgura para cubrir mayores gastos. Ahora tenemos una inestabilidad ya bastante prolongada, por lo que deben observar los riesgos alrededor de esas proyecciones”, indicó.
Precios del cobre como respaldo
En el discurso de Bellido en el Congreso se indicó la disposición del Gobierno a capturar más recursos a través de las cobranzas por mayores precios de los metales (cobre), considerándolo como una fuente de fondos para los planes de gobierno.
Según Marcel Ramírez se debe tener cuidado con el uso de estos recursos, pues la bonanza por el precio de metales es un efecto transitorio, por lo que no es recomendable empezar gastos permanentes (o de nuevos egresos corrientes) apoyados en estos recursos, sino más bien gastos de inversión.
“Hay una regla que dice que gastos permanentes se financian con ingresos permanentes. Por lo tanto ingresos transitorios deben estar dirigidos a la inversión, pues, dado que es un ingreso temporal, este debe ser productivo. No es responsable generar un ingreso permanente si los ingresos para sustentarlos son transitorios”, afirmó.