El déficit fiscal en Perú, bajo la dinámica que se observa, podría estar en niveles de 1% e incluso 0% al cierre del 2022, esto soportado principalmente por la mayor recaudación por los altos precios del cobre y la reactivación económica tras la pandemia, señaló Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult.
El año pasado Perú registró un déficit fiscal (acumulado en los últimos doce meses) de 2.5% del Producto Bruto Interno (PBI), reducción en alrededor de 6.4 puntos porcentuales respecto al nivel del 2020 (8.9%), reportó el Banco Central de Reserva (BCR). Al mes de mayo, el déficit siguió reduciéndose y alcanzó un nivel de 0.9%, registro no visto desde julio del 2015.
Cuba mencionó que el plan original del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) era que se reduzcan los niveles del déficit a 1% en una trayectoria hacia el 2026, pero esto se lograría antes por un factor involuntario que sería la evolución de los ingresos tributarios.
En ese sentido, no espera que los niveles actuales del déficit se reviertan, pues el coeficiente de pago de recaudación minera a cuenta del Impuesto a la Renta es alto este año. Ante ello, considerando que los pagos son mensuales (anticipo de Impuesto a la Renta), en el 2022 habrá un buen desempeño en los ingresos del gobierno (en enero-mayo de 2022, la recaudación por impuesto a la renta creció en 52.4% respecto al mismo período de 2021, según el BCR).
Cabe señalar que el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas 2022-2025 del MEF muestra una trayectoria fiscal, trazada por el proyecto de ley N° 1763/2021-PE, de un retorno gradual y ordenado a las reglas fiscales de mediano plazo, con lo cual el déficit fiscal sería de 2.5%, 2.4%, 2% y 1.5% del PBI en el 2022, 2023, 2024 y 2025, respectivamente, para converger a 1% en el 2026 y hacia adelante.
“La gran explicación del continuo descenso desde el año pasado es los precios del cobre y el rebote de la economía, que no es menor, pues en el 2021 se creció más de 13%. Aunque este año posiblemente sea 3% (de crecimiento) se continuará con la reactivación de sectores, que estarían vinculados al dinamismo del consumo por menores restricciones. Habrá mucha demanda de cobre al menos por unos cinco o diez años y, por lo tanto, habrá un piso que sostenga las cuentas fiscales”, indica.
Al respecto, Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, agregó que el mayor coeficiente de adelanto del pago de Impuesto a la Renta generó una mayor recaudación minera que se ha mantenido hasta ahora, situación que posiblemente permanezca en lo que resta del 2022.
Cuba mencionó que otro factor que ha influido, pero en menor medida, es la menor ejecución del presupuesto del gobierno, en donde destacó que este año habría una contracción de 1.7% en la inversión pública
En línea con ello, el BCR señaló en un reporte que, además del crecimiento de los ingresos tributarios, en particular del gobierno nacional, el descenso del déficit está vinculado, aunque en menor medida, a la contracción del gasto no financiero del gobierno general como porcentaje del PBI.
Es de mencionar que, en términos nominales a mayo, ha habido una contracción de 0.5% en el concepto de formación bruta de capital (inversión pública) para el gobierno general (-8.7% en el gobierno nacional). En términos reales, la inversión pública cayó 13.7% en el primer trimestre.
“El desempeño del gasto público corriente ha sido moderado, y la inversión pública va a ser negativa este año. Este es un factor que influye en el déficit fiscal, pero con menor relevancia si se compara con lo que está sucediendo con los ingresos fiscales”, anotó.
Por su parte, Carlos Casas, exviceministro de Economía, indicó que los niveles de déficit fiscal observados hasta mayo se revertirían en los siguientes meses posiblemente a niveles de alrededor del 2.5% del PBI. Esto explicado por una mayor dinámica del gasto de los gobiernos subnacionales en proyectos en la segunda parte del año, tomando en cuenta que es su último año de administración.
Al igual que Cuba, señaló que el que se acelere la recuperación fiscal refleja que la economía se está reactivando, así como la buena coyuntura internacional con respecto a los precios del cobre.
“Se esperaba regresar a esos niveles de déficit (0.9%) en tres o cuatro años, y puede que esto esté asociado a cómo va el gasto fiscal, el cual no es tan alto en los primeros meses del año, y suele incrementarse en el tercer y cuarto trimestre. Si se continúa reduciendo por no gastar lo que se debería, la cifra macro va bien, pero es no bueno para el Perú en cuanto al cierre de brechas”, advirtió.
Déficit del 2023
Cuba señaló que para el próximo año se esperarían niveles solo ligeramente por encima a los del cierre del 2022, ello por un menor crecimiento de la economía peruana, a la par de una menor ejecución por parte de las nuevas autoridades de los gobiernos subnacionales (elecciones de gobiernos regionales y locales se realizarán el 2 de octubre del 2022).
“En Perú cada vez que hay cambio en los gobiernos locales y regionales hay una menor inversión pública, por lo que es probable que el siguiente año vuelva a caer. Esto impactaría en el déficit fiscal, pero por las malas razones”, explicó.
Subrayó que el próximo año se tendrán ingresos tributarios relevantes, pero menores porque la economía se va a seguir estancando y no hay nuevos proyectos mineros. “Entonces, el nivel de producción de cobre es el mismo. Ello considerando que todos los años se aumenta el gasto por el lado corriente. El déficit debe ser ligeramente mayor en el 2023, posiblemente de 1%”, concluyó.